La cara oculta del Museo del Prado

Arte

La cara oculta del Prado

27 enero, 2012 01:00

El Cultural ha recorrido con el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, los pasillos que albergan su "cara oculta". Encima del antiguo claustro del monasterio de los Jerónimos, que ahora forma parte de la ampliación de la pinacoteca, una serie de cristaleras muestran al público los nuevos talleres donde restauradores expertos ponen a punto las obras de la colección de uno de los museos más importantes del mundo.

"El taller de restauración de pintura es una de las grandes adquisiciones del museo tras la ampliación. Es un espacio con una luz extraordinaria", explica Zugaza. Una iluminación natural que ayuda a la minuciosa y en ocasiones titánica labor que en él se realiza, como la reciente restauración de la sarga de La fiesta del vino de San Martín, del maestro flamenco de Peter Bruegel el Viejo.

Zugaza nos guía también por las salas dedicadas a la conservación y restauración de las obras de la colección de esculturas, así como la de grabados, dibujos y fotografías. "Tenemos la suerte de contar con un grupo de profesionales extraordinarios, de referencia a nivel internacional. Se puede hablar incluso de un estilo propio de restauración del Prado, muy reconocido por los colegas de otros museos".