Image: Galerías, el paisaje de la periferia

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Arte

Galerías, el paisaje de la periferia

23 noviembre, 2012 01:00

Edgardo Aragón: Mensaje 1 (Dios te lo pague), 2011

Aunque el paisaje parezca desolador, hay vida en las galerías al margen de Madrid y Barcelona, incluso más allá, en la periferia de la periferia. En los últimos años, son muchas las que han ido desapareciendo, aunque, también, muchas las que permanecen en activo pese a la dificultad económica, generando un trabajo eficaz y colaborativo, con especial apoyo al arte emergente y una presencia en ferias internacionales. Hablamos con algunas de ellas para tomarle el pulso al trabajo en provincias y analizar cómo mejorarlo.

Dios te lo pague. El mensaje lo lanzaba el artista Edgardo Aragón hace unos meses en la galería Espacio Líquido de Gijón. Era una de las voces de La periferia del círculo, exposición comisariada por Ruth Estévez, llena de metáforas, que aludía a la condición de encierro de ciertos artistas formados en zonas periféricas, cuya condición de pobreza es la génesis de sus obras. El sentido recordaba la película El ángel exterminador de Buñuel, el encierro de aquellos personajes en la mansión de Nóbile, con necesidad de salir fuera y deseo de permanecer dentro. La exposición hablaba de visibilidad e invisibilidad, de límites, de buscar estrategias de superación y otras direcciones posibles.

Con ese mensaje subliminal, cumplía 11 años esta galería asturiana, dirigida por Nuria Fernández. Es una de las galeristas más jóvenes de nuestro país que concibe la galería como un campo de operaciones flexible, que sabe que el trabajo real se hace fuera de casa, abriendo nuevos caminos en otros mercados, promocionando a los artistas fuera. Este año probó suerte en la feria artBO, en Bogotá, y volvió satisfecha. El próximo 2013 lo comenzará, de nuevo acompañada de Edgardo Aragón, pero esta vez en solitario. Es su último fichaje, de 27 años, uno de los artistas con más proyección de la joven escena mexicana, que acaba de pasar por el PS1 de Nueva York. Será, también, su artista destacado en ARCO, y ella, una vez más, la única galería de Asturias en la feria.

Describe Gijón como una ciudad muy abierta, con eventos como Noche Blanca, el pasado octubre, con la apertura conjunta de otras galerías; espacios alternativos como El Hervidero, La Salita o Vitrina y propuestas como Arte Cotidiano, un proyecto de cuatro comisarios jóvenes -Semíramis González, Laura Cano, Montaña Hurtado y Miki Gázquez, estos dos últimos integrantes de asociación Lemon y Coco-, en comercios de Cáceres, Granada y Gijón, inaugurado hace sólo dos semanas, que busca acercar el arte a personas que no suelen visitar galerías con asiduidad.

Precisamente la visibilidad es uno de los hándicaps para Espacio Líquido: "Trabajar en provincias siempre tiene pros y contras. Los costes son más asequibles que en Madrid, pero si expones artistas que no sean locales o soportes menos tradicionales es más difícil vender. Tenemos una estructura de negocio que debe cambiar. La galería debe ser mucho más flexible, que su ubicación no depende sólo de una única sede física, sino que puede ser un espacio más versátil y participativo para el público. Todavía hay gente que se pregunta si tiene que pagar por entrar en la galería. Éste es negocio muy encorsetado. Hay que seguir trabajando para eliminar tópicos", explica.

Un lugar llamado resistencia

Su trabajo en Asturias, al igual que el de otras muchas galerías ubicadas más allá de Madrid o Barcelona, se vuelve muchas veces invisible, a pesar de su importante labor que hacen de difusión, promoción de contextos y trabajo en red, desarrollando ideas y fórmulas de financiación. En muchas ocasiones, apostando por nombres que luego se consagran en la capital. La lista es larga: desde Adora Calvo en Salamanca a Ángeles Baños en Badajoz; desde JM o Isabel Hurley en Málaga a Javier Silva en Valladolid; desde Cànem de Castellón a Marisa Marimón en Orense; desde Antonia Puyó en Zaragoza a Trayecto en Vitoria; de Leyendecker en Santa Cruz de Tenerife a Vértice en Oviedo; desde ArteSonado de La Granja de San Ildefonso a Sandunga de Granada, entre muchas otras...

En Galicia, el cese de la programación, el pasado mes de septiembre, de SCQ, una de las galerías de referencia no sólo en Santiago de Compostela, con 15 años de trayectoria, desmonta cualquier idea utópica de que ese territorio deje de ser periferia. "Sin un golpe de suerte repentino -confiesa su director, Adolfo Sobrino- el cierre es inminente". Mucho lo lamentan galerías ya clásicas como Trinta, también de Santiago o la viguesa Ad Hoc, aunque, pese a este clima, también han nacido nuevos proyectos con nuevas ideas. En Vigo, PM8 abría en 2011 y, en este tiempo ha conseguido alzarse como una de las galerías más destacadas de la región. Francisco Salas, su director, la concibe como un espacio internacional, más allá de ubicaciones locales, con clara vocación curatorial. Justo acaba de volver de la feria Artissima, en Turín, donde ha formado parte del programa New Entries. A la actual exposición de Daniel Chus Peters, le seguirá la de Carlos Fernández-Pello, en diciembre. También reciente, del pasado mes de marzo, es la apertura de Vilaseco Hauser en La Coruña, la fusión de las antiguas Ana Vilaseco y Matthias Hauser, en el espacio de la primera, y que el próximo abril expanden horizontes con otra sede en Stuttgart, Alemania.

Querido imprevisto

La situación económica está llevando a muchas galerías a buscar nuevas localizaciones o a desdoblar espacios. Otra gallega, Bacelos, ya abrió este año sede en Madrid, además de Vigo. Casa Sin Fin, tiene también dos espacios, en Cáceres y en la capital, y Moisés Pérez de Albéniz, ya ha anunciado que deja Pamplona por Madrid, por uno de los locales de la calle Doctor Fourquet donde pronto se moverá, también, Fúcares, manteniendo en Almagro su otro espacio.

También Fernando Illana, director de Trayecto Galería de Vitoria, confiesa haber pensado en trasladarse a la concurrida calle madrileña, aunque de momento sigue trabajando en el país vasco, pese a notarlo "de bajón, sin pulso". El recientemente anunciado ERE en Artium constata sus palabras. "Estoy en la periferia en relación a cómo se organiza el sector del arte, pero no en cuanto a contenidos", añade. Nuevos tiene para esta temporada: (re)posiciones rescata trabajos ya producidos de sus artistas, como una de las piezas de 1997 de Néstor San Miguel, que ahora expone. Además, entrevistas con ellos, colgadas en la web, contextualizan y añaden valor a esta propuesta, y exposiciones como Y mañana que..., prevista para 2013, le quitan hierro al peso del futuro. El suyo no pasará por ARCO. Tampoco el de la galería Vanguardia. La representación vasca vendrá de la mano de Carreras Múgica, una de las galerías de referencia en nuestro país, con sede en Bilbao, y Atxerri, de San Sebastián.

En Santander, explica Juan Silió, "el panorama ha ido perdiendo efectivos pero se mantiene con buena salud. Es una ciudad que sí apoya al arte contemporáneo". Habla de la Fundación Botín, de coleccionistas como Jaime Sordo o Bárbara de Rueda. La suya es una de las galerías más destacadas, con larga trayectoria con artistas reconocidos y un especial enfoque a artistas jóvenes, como Miguel Ángel Tornero, que justo acaba de inaugurar Querido imprevisto. También en un poste convertido en espacio expositivo llamado Carlos y situado en la calle, en una rotonda vecina de la galería. Un proyecto ideado por Juan López, quien expondrá en Silió la próxima temporada. El galerista tiene claro los pasos futuros a dar: "No debemos descuidar las nuevas tecnologías, ya que los mercados están cambiando: los puros intermediarios están desapareciendo y debemos ofrecer algo más que obras de arte en nuestro negocio. Debemos cuidar a los coleccionistas, formarles e informarles constantemente, para atraerles a las galerías. Aquel galerista que se siente en su silla a esperar a que entre alguien en la galería a comprar tiene los días contados", añade. Tras el cierre el pasado septiembre de Del Sol St., y una galería Siboney que, de momento, se mantiene, Nuble es la sabia nueva en la ciudad. Abrió hace 5 años con la misma política de Silió de apoyo y promoción de jóvenes artistas.

Levante sigue adelante

Los últimos acontecimientos del IVAM relacionados con la trama de Gao Ping es la gota que ha colmado un vaso que los galeristas valencianos ven casi vacío. Ya han cerrado galerías históricas como La Nave, My Name is Lolita o Tomás March en los últimos años. "La escena valenciana está abandonada a su suerte, es una plaza sitiada. El IVAM es el mejor ejemplo de lo que pasa, uno más de los despropósitos millonarios que no es activo para nadie y que pagamos todos: dinero tirado a la basura", explica, crítico, Nacho Valle. Su galería, Valle Ortí es una de las referentes, cuya supervivencia pasa por tener más actividad en el extranjero. Este 2012 ha pasado por ferias en Basilea y México. Tras la reciente exposición de Xavier Arenós, el próximo 11 de diciembre, una colectiva de net art, comisariada por Lorenzo Sandoval. Moverse lo máximo posible es prioritario, también para la también galería valenciana Rosa Santos. Luis Adelantado, una de las míticas, justo inicia una nueva etapa bajo la dirección de Olga Adelantado, y hace tiempo que abrió un segundo espacio en México. Por su parte, Espai Visor, gran referente, busca renovarse con un cambio de espacio más grande, que inaugurará ya en 2013.

Nuevas opciones son las que también buscan Carolina Parra y Nacho Ruiz, directores de T20, en Murcia. El próximo 13 de enero cumplirán 10 años al frente de su galería, una carrera de fondo que les ha llevado a apostar por nombres luego catapultados, pasar por algunas de las mejores ferias internacionales y a incubar muchas, muchas ideas. Una de ellas es T20 Proyectos: "El momento no es para eventos multimillonarios de nulo calado social. A diferencia del trabajo en la galería, básicamente comercial, buscamos la mayor visibilidad social, con proyectos de arte contemporáneo nacionales e internacionales, ofertamos a instituciones", explican. Actualmente trabajan en el proyecto Low Cost, y algunas de sus propuestas pueden verse en Cartagena, Puerto Lumbreras y Totana. En la galería, ayer inauguraron nueva exposición de Ángel Poyón.

El coleccionismo que vendrá

Hablan de una escena interesante en Murcia, con activos coleccionista como Martín Lejarraga, responsable junto a Charris y Gonzalo Sicre del espacio La Naval, en Cartagena y galerías como Art Nueve. "La comunidad tiene pulso, contra viento y marea, pero todo recae en unos pocos que seguimos haciendo nuestro trabajo. Las instituciones se encuentran en un momento de debilidad total. Su papel es residual, más allá de La Conservera, cuyo presupuesto es casi simbólico hoy", explica Nacho Ruiz. "El nuevo modelo de galería ya no es el 2.0", añade Carolina Parra. Hay que resetear el sistema y valorar dónde estamos fallando y cuales son los aciertos. Tenemos muchas cosas a nuestro favor, como el trabajo realizado en las tres décadas pasadas, pero hay amenazas más allá de la crisis, como no saber prever el modelo de coleccionismo que surgirá tras todo esto. La visibilidad en red, la proyección no convencional de los artistas, nuevas líneas de trabajo... se evitan por la comodidad de los años pasados. Quien piense que algún día esto va a volver a ser como antes está en un grave peligro".

En Sevilla, otra pareja de galeristas, Carolina Barrio de Alarcón y Julio Criado han cumplido 10 años con la misma actitud y línea de trabajo. Con Martín Freire inaugurarán el próximo viernes. Reconocen que en Andalucía el pulso es débil. "Lo era hace una década y con las circunstancias actuales se agrava aún más. Las galerías radicadas en Andalucía tenemos cada vez más dificultades y menos apoyo. No existe coleccionismo y público ni privado, las instituciones no apoyan el sector, a los artistas no se les valora ni se les da el lugar que tienen, no hay galerías de arte y las que hay tienen que realizar una labor sobrehumana para poder continuar abiertas. Todo esto es contradictorio con una producción artística tan prolifera e importante como la que se genera desde aquí," apuntan. Resistir, también para ellos, pasa por salir fuera. En diciembre se van a Pulse Miami. También proponen cambios: "Hay que plantearse si, como consecuencia de un mundo global, está cambiando el modo de actuar de las galerías de arte que conocíamos hasta ahora, hacia una actividad más compleja donde nos vemos obligados a tener más presencia fuera que dentro de nuestros propios espacios o contextos. Lo más llamativo es que las galerías que están resistiendo la crisis so las que están saliendo fuera del país para participar en ferias; parece que en estos momentos es la única fórmula que tenemos para poder dar salida a las obras de los artistas".

Islas pero no aisladas

En las Baleares, el importante trabajo de galerías clásicas como Horrach Moyà y Pelaires en Palma de Mallorca o Maior en Pollensa, entre otras, se ve renovado con otras aparecidas en los últimos años, como SKL, que este 2012 celebra 5 años, y que el pasado viernes inauguraba una nueva exposición de Aggtelek. Abierta en 2011, Louis 21 es otra de las nuevas que exploran formatos de exposición, fomentando la interacción con el público. Justo ayer inauguró Back in/to Black, con Álvaro Gil, Kepa Garraza, Ion Macareno, Mikeldi Pérez y Eduardo Hurtado. También es una de las españolas que participarán, el próximo 6 de diciembre, en JustMad Miami, la primera feria española que se expande al extranjero.

Hay otros proyectos surgidos en galerías que se amplían geográficamente. En Sant Cugat, a 15 km de Barcelona, arranca en enero ADN Platform, "un concepto más que un lugar", dice Miguel Ángel Sánchez, director de la galería ADN que sigue ubicada en el centro de la ciudad condal. Una idea que apuesta por la galería como plataforma de proyectos mediante convocatoria de comisariado, debates y residencias de artistas...

Todos ellos son ejemplos de que se pueden hacerse buenos proyectos, al margen de donde estés. De que más allá de localizaciones concretas, de términos tan resbaladizos como "periferia", "regional", "provincial", "centro"... de límites más simbólicos que físicos, hay que valorar lo que realmente importa: el contenido, la seriedad, la profesionalidad, las propuestas y el rigor a la hora de enfocar el trabajo.