Image: El tapiz perdido de Enrique VIII

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Arte

El tapiz perdido de Enrique VIII

La galería Coll&Cortés saca al mercado un tapiz encargado por Enrique VIII de Inglaterra que se creía perdido. Todo un acontecimiento.

8 mayo, 2014 02:00

La galería Coll&Cortés ha presentado este tapiz encargado por Enrique VIII

Uno de los reyes más famosos de Inglaterra, un valioso tapiz perdido y un hallazgo inesperado son los elementos de una trepidante historia cuyo capítulo final se ha escrito en España. Pese a su carácter cruel y tormentoso (se casó en seis ocasiones, una de ellas con la española Catalina de Aragón) Enrique VIII, el segundo monarca de la dinastía Tudor, fue también un espíritu sensible a las bellas artes, como demuestra el exquisito encargo que hizo a uno de los grandes artistas de su época, el pintor, dibujante y grabador flamenco Pieter Coecke Van Aelst: un suntuoso tapiz en lana, seda, oro y plata. Este importante paño que se creía perdido ha reaparecido en una colección particular española conmocionando al mundillo artístico.

El descubrimiento lo han hecho ABM Arte y la galería Coll&Cortés Fine Arts que ha presentado hoy el preciado tapiz en su sede de la madrileña calle Justiniano. Confeccionado en Bruselas en 1535 y con unas medidas de 344 x 550 centímetros, este codiciado paño -que recrea a San Pablo quemando los libros paganos- se pondrá en el mercado por un precio que oscila entre 1 y 1,3 millones de euros. Su incuestionable valor historiográfico ha hecho que la Junta de Valoración y Exportación de la Secretaría de Estado de Cultura lo haya declarado inexportable.

Hasta 1770 este lujoso tapiz renacentista constaba en los inventarios del Castillo de Windsor, perdiéndose su rastro desde entonces. "Desde 1770 hasta 1939 desconocemos su paradero pero podemos reconstruir su probable trayectoria -explica María Cortés, directora de la galería- Con la redecoración del palacio en el primer cuarto del siglo XIX por el regente, más adelante Jorge IV, se regalaron una serie de tapices de la Corona a varias familias vinculadas a la Corte. En 1939 este tapiz aparece en el segundo dormitorio de Drayton House, una de las casas de la familia Stopford Sackville, nobles ingleses relacionados con la corte británica. El propietario falleció en 1972, los elevadosimpuestos de sucesión de la época explicarían que su hijo y heredero se viera obligado a desprenderse de parte de sus posesiones, entre ellas, este tapiz. Se volvió a localizar en los años 70 en España, en manos de un coleccionista de Barcelona", explica.

Pero no fue hasta la primavera de 2013 cuando los anticuarios Nicolás Cortés y Bentley Angliss, durante una visita a la casa de su actual dueño, intuyeron que podía tratarse del famoso tapiz de la Casa Tudor. "La identificación de la obra como uno de los tapices perdidos de Enrique VIII fue casi inmediata -asegura María Cortés- pero la confirmación llevó cerca de seis meses de averiguaciones. Contamos con los estudios de Thomas Campbell, director del Metropolitan Museum de Nueva York, y la colaboración de importantes investigadores del National Trust. El simple hecho de que este tapiz lleve tan alto contenido de oro y plata le sitúa como uno de los tapices más suntuosos del siglo XVI. Sólo constan documentados dos juegos de la serie de la Vida de San Pablo, tejidos en oro y plata, en la década 1520-1530. El primero fue elaborado para Francisco I de Francia, y se destruyó durante la Revolución Francesa; el que ahora presentamos en nuestra galería pertenece al segundo juego".

A pesar de su ajetreada historia, el detalle de que fuera un encargo expreso del rey está fuera de toda duda pues todas las comisiones realizadas para estas series están perfectamente documentadas. "Entre la fiesta de San Miguel de 1538 y la misma fecha de 1539 -detalla Cortés- consta en los registros de pagos del Royal Wardrobe la entrega de la serie encargada por Enrique VIII, pues tenían el mandato de forrarlos. Este dato, así como muchos otros que nos han sido de gran utilidad, aparecen reproducidos en el libro de Thomas P. Campbell Henry VIII and the Art of Majesty: Tapestries at the Tudor Court.

Este tapiz pertenece a la serie Historia de la Vida de San Pablo y forma parte de un grupo de gran importancia que realizó Pieter Coecke Van Aelst, el diseñador más preeminente de su época. Su singularidad viene realzada por el dato de que de las nueve series confeccionadas, solo de dos se encargaron dos paños extra, siendo uno de ellos San Pablo quemando los libros paganos. Sus refulgentes hilos de oro y plata simbolizaban el esplendor de la Corte Tudor y el poder del rey.

De hito puede definirse su puesta a la venta. "De no haberse declarado inexportable, su salida al mercado internacional sería un gran acontecimiento, principalmente en Inglaterra y Estados Unidos al tratarse de una obra que perteneció a uno de los reyes más célebres de la historia de Inglaterra. El Metropolitan Museum de Nueva York ya nos ha solicitado su préstamo para la exposición inaugural de su próxima temporada dedicada a Pieter Coecke Van Aelst. A pesar de que este tapiz nunca ha formado parte de las colecciones históricas del patrimonio español ha sido declarado inexportable por lo que sus posibilidades en el mercado se reducen -se lamenta María Cortés- sin duda, su destino más apropiado, hubiera sido Hampton Court y así regresar al lugar para el que fue originalmente concebido".