Vista de la exposición. Foto: Cuauhtli Gutiérrez

El artista expone 14 esculturas de reciente creación en la galería Elvira González de Madrid. La obra forma parte del libro de artista que han confeccionado en la galería con la dotación del premio de la Fundación Arte y Mecenazgo de "la Caixa" concedido en 2013.

Sus esculturas nacen de observar el crecimiento de las hojas y de la comprensión de las curvaturas de esas hojas cuando se secan. El proceso creativo de Juan Asensio (Cuenca, 1959) para sus últimas obras ha sido el siguiente: dejar secar las flores, escanearlas, ampliarlas y trabajar sobre ellas. "Las evidencias a lo orgánico y a lo natural se han hecho más evidentes pero siempre de una manera leve", cuenta el artista en un paseo por la galería Elvira González donde expone 14 piezas nuevas. La obra forma parte del libro de artista que han confeccionado en la galería con la dotación del premio de la Fundación Arte y Mecenazgo de "la Caixa" concedido en 2013.

Asensio acude de manera directa a la naturaleza, a las hojas, a los pétalos y las flores y trabaja para quitarles el naturalismo. "No me interesa que se vea que es una flor, no voy a poner una hoja seca verde, quiero despojarla de esas connotaciones y llevarla a la abstracción", detalla. "Aunque son hojas secas hay una idea a partir del crecimiento de la misma, dónde están los límites y cuándo empiezan a quebrarse". A raíz de esa estructura interna se delimita la propia obra como parte orgánica del crecimiento de las plantas.

Los dos pilares de su trabajo han sido la geometría y la abstracción, "en un principio la evidencia geométrica estaba por encima de la orgánica pero no era una geometría clara sino que contenía leves curvaturas", explica. Una especie de postminimalismo artístico, una disciplina que, entiende, ha perdido representación en Europa respecto a los años 60: "El panorama es mucho más ecléctico donde unos movimientos se han ido sumando a otros".

Desde su estudio en la sierra de Guadarrama el artista observa la naturaleza que tiene alrededor. Como ejemplo está la pieza que emula a una gran flor en la que "se ve su estructura fractal con base pentagonal". Ha modificado el resultado trabajando sobre la ampliación escaneada y "no parece que sea una flor", comenta frente a la pieza. "Si hubiera sido verde el espectador lo vería pero en negro es más abstracto, más misterioso", opina. Justo a su lado una pieza de color blanco que recuerda al tallo de una flor en la que Asensio deja ver "su estructura inicial, un hiperboloide en el que contrasta el proceso industrial y el trabajo orgánico". Entre ambas obras una tercera de acero inoxidable fundido con un proceso complejo: "Es un material que se funde a una temperatura muy alta y en cuanto lo viertes se enfría", explica.

Vista de la exposición. Foto: Cuauhtli Gutiérrez

La selección del material y el color del que va a ser creada cada escultura, cuenta, depende del tipo de pieza y el tamaño que va a tener. Así, si la idea es crear una pieza en "algún color especial", se atreve con la fundición por los matices que ofrece y si elige la piedra los colores son más planos; negros y blancos.

De sus referencias e influencias tempranas como Oteiza y Chillida pasó a acercarse al estilo de Noguchi y Anish Kapoor. Ahora esto ha dado un giro y la fuerza de la naturaleza es tal que "esto ha quedado atrás", analiza. De hecho, hay una pieza que cambió su manera de ejercer el arte: cinco tetraedros negros de 1991 a base de piedra de Calatorao, una estructura que vio de joven en un libro de cristalografía. Esta obra forma parte del libro de artista confeccionado con la galería Elvira González. En él un par de piezas de los años 80 para hacer hincapié en los 90.

- ¿Cómo ve el panorama del arte hoy?
- Las obras de los jóvenes son mucho más conceptuales, hay un movimiento más estético y los planteamientos son diferentes, no tanto en mi línea. El resultado es un poco engañifa porque el resultado tiene que ser algo objetual.

- ¿Qué le falta?
- Creo que se ve en las subastas. Hay unos pocos que están subiendo los precios de una manera obscena, el mercado del arte es obsceno con esos precios para las obras de Hirst, Koons y Warhol. No es posible, no se correlaciona con la calidad de la obra. Sin embargo es un refugio para el capital como otro cualquiera y apuestan por ello. Pero las calidades de las obras nada tienen que ver con esas proporciones.

@scamarzana