El artista Carlos León, la galería Guillermo de Osma y la colección Archivo Lafuente, Premios Arte y Mecenazgo

De izquierda a derecha, Guillermo de Osma, Elisa Durán, Carlos León, José María Lafuente y Mercedes Basso, en CaixaForum

"Investigar, difundir y reconocer el valor del coleccionismo", bajo esa máxima que ha recalcado Elisa Durán, directora de la Fundación "la Caixa", se han concedido los Premios Arte y Mecenazgo de "la Caixa" que como cada año, desde hace seis, otorga la Fundación Arte y Mecenazgo para distinguir el trabajo de los actores implicados en el proceso de creación y divulgación del arte: artistas, galeristas y coleccionistas. Este año la institución ha reconocido al artista Carlos León (Ceuta, 1948), al galerista Guillermo de Osma (Bilbao, 1953) y al coleccionista José María Lafuente (Lugo, 1957), impulsor del Archivo Lafuente. Tres proyectos ejemplarizantes que suman valores a los premiados en las cinco ediciones anteriores", ha añadido Durán.

Artista, galerista y coleccionista que comparten, como ha señalado Mercedes Basso, directora de la Fundación Arte y Mecenazgo de "la Caixa", "un profundo conocimiento del pasado y de la Historia del Arte que a los tres sirve como palanca para sus proyectos y como herramienta para comprender el presente", además de su destacada contribución al sistema del arte español, así como su "constancia, voluntad y rigor".

Composición, color y gesto. Trabajo analítico y barroco a la vez. Estas cualidades han convencido al jurado para otorgar a Carlos León el premio al artista, "uno de los pintores más importantes del actual panorama del arte español", con una dotación de 50.000 euros, 20.000 de los cuales deben de ser destinados a la producción de un libro de artista. Carlos León ha asegurado que todo irá destinado a lo mejor sabe hacer: al arte. "He llegado a los 68 años sin muchos reconocimientos visibles así que estoy muy agradecido. Ser pintor es un trabajo solitario y esa soledad hace que uno se pregunte por el destinatario de la obra y, a veces, no puedo dejar de pensar que soy un loco que tira un mensaje en una botella. Acompañado aquí por el resto de los actores que intervienen en el acto artístico hacen que el trabajo solitario tenga valor social, que la botella tenga destinatario", ha asegurado el artista que se ha mostrado también crítico con el sistema educativo español del que ha culpado de la falta de interés en el arte: "En España se ha pasado del Museo del Prado al Reina Sofía sin Transición. No hay un paladar educado".

Vender arte de vanguardia

Veinticinco años contemplan a la galería fundada en Madrid por Guillermo de Osma en 1991. Quizá haya sido la efeméride, unida al hecho de que en las cinco primeras ediciones del premio las galerías galardonadas han sido de arte contemporáneo (Juana de Aizpuru, Soledad Lorenzo, Elvira González, ProjecteSD y Carreras-Múgica), lo que haya animado al jurado a apostar por Guillermo de Osma. Discípulo del historiador Alfonso Pérez-Sánchez y uno de los mejores conocedores de las vanguardias, el galerista puede presumir de dirigir uno de los principales espacios dedicado al arte de la primera mitad del siglo XX en Madrid.

Con más de 100 exposiciones a sus espaldas, "las sinergias que genera habitualmente en sus muestras con poetas, escritores, académicos, museos y otras galerías", le han valido también el reconocimiento que le otorga, además de la escultura de Barceló que comparten los tres premiados, 40.000 euros que De Osma va a emplear en la culminación del catálogo razonado de Maruja Mallo, "aunque también hace falta una historia del galerismo español", ha reconocido. "Recuperar a artistas que han quedado olvidados, como Alfonso Olivares, así como la necesidad de recuperar y revisitar las vanguardias españolas es lo que me lleva a abrir la galería en 1991 y lo mismo que motiva cada día mi trabajo", ha añadido el galerista que se ha mostrado asimismo crítico y desilusionado con la falta de interés por la cultura y por el arte de nuestros políticos, "desde Fuerza Nueva a Podemos".

Profesionalidad, concepción empresarial de una colección de arte y vocación pública son, para Mercedes Basso, las tres características más destacables del Archivo Lafuente, premio a una colección (y el único sin dotación económica). Una inusual colección de arte centrada en el documento. José María Lafuente fundó en 2002 este importante Archivo, sin el cual es difícil montar ahora muchas de las exposiciones de arte moderno y contemporáneo en nuestro país, y que hoy atesora unos 120.000 documentos (fotografías, revistas, libros, cartas, manuscritos, bocetos, carteles, etc) y 2.000 obras de arte originales.

Con un bello símil ha explicado el coleccionista y empresario su labor: "Si hablásemos de un iceberg, el arte es lo que se ve y el Archivo Lafuente es todo lo que hay debajo". Necesario para poner en contexto el arte del siglo XX, su trabajo, que pone en relación el arte con el cine, la escritura, la ópera, la interrelación de las artes, en definitiva, es cada vez más valorado por instituciones y museos.

@PaulaAchiaga