Sale a subasta un Velázquez inédito
Detalle del cuadro Retrato de niña, atribuido a Velázquez
El lienzo Retrato de niña, que podría pertenecer a la etapa sevillana del pintor, se subastará, todavía sin precio de salida fijado, el próximo 25 de abril en la sala Abalarte de Madrid.
El lienzo, realizado en torno a 1617, llevaba en manos de la misma familia, residente en Madrid pero de origen andaluz, desde hace varias generaciones y no había sido estudiado hasta ahora, por lo que sus propietarios desconocían el gran valor histórico-artístico y económico que ostenta. Los tempranos orígenes del cuadro son un gran motivo de interés, pues en esa época Velázquez estaba en Sevilla trabajando en el taller de Francisco Pacheco, su maestro y suegro, y son los años menos conocidos del autor y de los que se conserva menos obra.
Sobre la autoría, Martín no alberga dudas, "es una pintura que habla por sí sola, lo que es un rasgo de los grandes maestros. Se aprecian aspectos de la técnica de Velázquez y destaca la captación de los matices psicológicos de la niña retratada". Además, añade que la obra tiene "similitudes más que evidentes" con las Inmaculadas del pintor que se conservan la National Gallery de Londres y en la Fundación Focus-Abengoa de Sevilla. No obstante, la obra no ha pasado por manos de los analistas del Museo del Prado, y su atribución solamente ha sido refrendada por el experto en pintura antigua Richard de Willermin.
La pieza es la estrella indiscutible de una subasta que la sala Abalarte celebrará el próximo 25 de abril, aunque el precio todavía no se ha fijado. "Siempre que ocurren este tipo de cosas hay que esperar", explica Martín, "vamos a ir viendo el interés que despierta la obra y en función de eso fijaremos el precio". Por su parte, el director de la sala, Gonzalo Mora, se muestra más optimista al afirmar que "la exquisitez y rareza de esta genial obra seguramente atraerá a grandes coleccionistas internacionales a nuestra próxima subasta".
Junto a esta obra, la sala pondrá a la venta un centenar de lotes, entre los que se encuentran piezas de amplia variedad temática y gran importancia histórica como un códice del siglo XVI procedente del Convento de Santo Domingo de Guzmán de Tlaquiltenango, una de las muestras más antiguas de la pintura indígena realizada tras la conquista. También destacan por su calidad un Alonso Cano inédito, titulado Tobías y el ángel y un huevo de Fabergué, conmemorativo del 300 aniversario de la Dinastía Romanov.