Leonardo da Vinci, en pantalones vaqueros
Imagen de la exposición Los rostros del genio en el Palacio de las Alhajas
La polémica exposición Los rostros del genio, que se presenta en el Palacio de las Alhajas y la Biblioteca Nacional, está más cerca de la divulgación que de la erudición y busca acercar al hombre que hay detrás del artista.
Todo lo que se muestra en el Palacio de las Alhajas son reproducciones de las obras del artista. Detrás de esta iniciativa está el propio Gálvez y la empresa privada Iniciativas y Exposiciones y la entrada tiene un precio de 14.50 euros. Artilugios interactivos que cobran vida en el móvil, pantallas luminosas y realidad virtual son los elementos a los que recurre esta exposición para celebrar el quinto centenario de la muerte de Leonardo. En la Biblioteca Nacional, sin embargo, se muestran los códices Madrid I y Madrid II, las únicas piezas "originales que hay del artista en España", precisa Ana Santos, directora de la institución. Aquí, el acceso es gratuito y el propio Gálvez ha corrido con el coste de las reproducciones de los inventos que Leonardo deja por escrito.
"Con esta muestra presentamos al hombre con sus luces y sombras, sus éxitos y fracasos", apunta Gálvez. Se trata, bromea el presentador y autor de varios libros sobre el genio, de "ponerle vaqueros para que todos puedan acceder a él". Las posibles caras de Da Vinci se proyectan en un gran cubo situado en el centro de la primera planta del Palacio de las Alhajas. La pieza, que cuenta con la banda sonora de Ara Malikian, aparece rodeada de los rostros luminosos y a gran escala de Andrea del Verrochio, Lorenzo de Médici, Sandro Botticelli, Ludovico Sforza, Nicolás Maquiavelo, Miguel Ángel Buonarrotti y Francisco I, coetáneos que miran con atención a Leonardo.
Vista de la exposición
En los pequeños escondites del espacio se distribuyen reproducciones de piezas como el Retrato de Ginebra de Benci, de Leonardo, el David de Verrochio o una de las patas del caballo de Sforza que nunca llegó a terminar. En la segunda planta del edificio se exponen las reproducciones de los 23 códices que se conocen. En este espacio el visitante se encuentra con varias maquetas de sus inventos que a través de una aplicación para el móvil se vuelven tridimensionales y cobran vida. Por otro lado, en la sala de anatomía, entre algunos dibujos se han instalado dos pantallas para que el espectador pueda verse como si fuera un dibujo de Leonardo.Con todo, Gálvez se reserva para el final la pieza más polémica de toda la muestra, la Tavola Lucana que se viene por primera vez en España. Atravesando la galería de los posibles retratos del genio se encuentra con esta pequeña tabla que encontró en 2008 Nicola Bartelli y que dicen que reúne las condiciones para representar al artista florentino. Insignias propias de Da Vinci como Pinxit Mea (Mi pintura), la datación de la madera entre 1475 y 1515 y una huella dactilar parece que prueban que este es el rostro definitivo de Leonardo da Vinci. No obstante, no hay una opinión unificada al respecto.
En el hall de la Biblioteca Nacional
Imagen del Códice Madrid en la entrada de la Biblioteca Nacional
@scamarzana