Anthony Hernandez, poesía visual de los desechados
La Fundación Mapfre reúne un centenar de instantáneas de espacios desolados de Los Ángeles
30 enero, 2019 01:00Public Transit Areas #46, 1979. © Anthony Hernandez
Cuando Anthony Hernandez (Los Ángeles, 1947) era pequeño no le gustaba coger el autobús. Prefería ir andando y cambiar la ruta cada día. Paseaba y miraba con ojos de niño curioso sin saber que, en el futuro, se convertiría en fotógrafo. De hecho, entonces no sabía nada sobre arte ni pensaba en ser artista, pero aquellos paseos le fueron inoculando un modo de ver diferente. Cuando cogió una cámara para capturar el día a día de su barrio, su estilo entroncó con la fotografía de calle de Robert Frank, Garry Winogrand o Lee Friedlander, de cuya existencia Hernandez nunca había oído. Su estilo ha ido cambiando pero hay ciertos aspectos que se mantienen y que se pueden advertir en la exposición que le dedica la Fundación Mapfre hasta el próximo 12 de mayo. Fecha, por otro lado, que coincide con el inicio de la Bienal de Venecia a la que hace tan solo unos días lo invitaron. Allí mostrará, de manera ampliada, lo que la Sala Bárbara de Braganza reúne: una selección de alrededor de 110 imágenes, algunas de ellas expuestas por primera vez, que permiten recorrer los 45 años de trayectoria de este fotógrafo autodidacta. La muestra, organizada junto al Museum of Modern Art of San Francisco, rastrea una obra que "no busca cosas muy recargadas sino ser accesible para todos", apunta Anthony Hernandez.Automotive Landscapes #35, 1978. © Anthony Hernandez
Fotografía en color y sin figuras humanas
"Quería cambiar al color y la primera serie que hice, Rodeo Drive, fue la primera en color y la última en la que retrato gente", explica Hernandez. En este trabajo captura a aquellos que transitan esta calle de Beverly Hills y lo hace con colores estridentes, entre los que el rojo es el más destacado. Era 1984 cuando se dio este giro que le llevó, poco después, a los paisajes de la gente sin techo. Pero no hay figuras en las instantáneas de Landscape for the Homless sino que muestra "la ausencia de la gente que se ha marchado del lugar y ha dejado su huella", sostiene O`Toole. "Ocurrió solo, Los Ángeles ha sido mi estudio", afirma el artista. "La gente camina, el espacio es duro y yo quería atravesarlo. Yo lo vi como una danza con ellos, iba cambiando la manera de fotografiar, intentaba capturar un momento, un instante. Ahora, cuando veo las fotos de aquella época revivo lo que sentí entonces", explica. Ante todo Hernandez quería ser invisible, que estas personas no se dieran cuenta de lo que estaba haciendo.Everything #77 (2002) y, a la derecha, Landscapes for the Homeless #1 (1988). © Anthony Hernandez
Lo que sí ha marcado su carrera ha sido la búsqueda de la belleza en los lugares más inhóspitos de su ciudad. Pero no solo, ya que también ha viajado. Estuvo en Roma entre 1998 y 1999 gracias al Premio Roma. Allí, en lugar de centrarse en inmortalizar las ruinas antiguas de la ciudad, prefirió centrarse en las ruinas modernas, en las "obras contemporáneas abandonadas", matiza la comisaria. Aquí, su fotografía sufre un nuevo cambio ya que el protagonismo de los paisajes exteriores se sustituye por los interiores de esos edificios y las posesiones de quienes una vez estuvieron allí. Esas señales dejadas por el ser humano se vuelven a apreciar cuando Hernandez regresa a Los Ángeles y recorre el río de la ciudad, zona cercana a donde vivió de pequeño. Lo que allí encuentra es una pobreza mayor a cuando empezó a usar su cámara para capturar el día a día de su barrio. Entre 2007 y 2012 vuelve, de nuevo, a tratar el tema de la gente sin hogar pero en esta ocasión retrata los escenarios "desde la perspectiva de ellos", transmitiendo lo que perciben esos moradores al mirar hacia afuera. Muy al final de la exposición vuelve a aparecer una figura humana. Se trata de un hombre que el fotógrafo encontró viviendo en un autobús escolar abandonado en Salton Sea, como quien observa los restos del naufragio. @scamarzana