Muere el escultor Martín Chirino

Martín Chirino. Las Palmas, 2015. Foto: Alejandro Togores

"He sido un nómada buscando aquello que quería", dijo en una ocasión. Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando pero también en París y Londres, era uno de nuestros artistas más internacionales. Martín Chirino ha fallecido hoy, a los 94 años, según han confirmado miembros de su familia a la prensa.

Todo un poeta del hierro, que él mismo se encargaba de comprar en el Rastro para luego transformar, en una entrevista concedida El Cultural se definió a sí mismo como un escultor antiguo que trabajaba día a día en una fragua. "No hago arte de diseño. Me gusta el arte contemporáneo y, a la vez, estoy enclavado en una historia que es la de los 50. Soy un escultor que trabaja para la historia. No tengo perspectiva para juzgar, pero he sentido la presión de los cambios".

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1925, el artista era uno de los escultores más veteranos en activo desde hacía sesenta años, cuando realizó su primera exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, institución que llegaría a dirigir 24 años después durante la década 1982-1992. Afincado en la capital de España desde 1948, Martín Chirino, que recibió en 1980 el Premio Nacional de Artes Plásticas y la Medalla de Oro de Bellas Artes en 1985, se inscribía en la misma corriente que otros maestros de la abstracción y del hierro como Chillida y Oteiza.

Martín Chirino: Mediterráneo 3, 1971

Era conocido por haber formado parte del famoso grupo El Paso, con Saura, Canogar, Feito, Millares y Rivera, entre otros. Fruto de aquella época fue el hallazgo del leitmotiv de su obra, la espiral del viento como resultado de su reflexión sobre la iconografía prehispánica y el legado de su cultura. Además, durante los últimos cuatro años de aquella etapa compaginó esta labor con la dirección, en su tierra natal, del Centro Atlántico de Arte Moderno, que él mismo impulsó hasta 2003. En 2014, vio la luz, también en Las Palmas, la fundación que lleva su nombre. Aquel año fue nombrado académico de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.

Artista de proyección internacional, entre 1972 y 1974 vivió entre Madrid y Nueva York, y su obra llegó a estar presente en muchos de los museos y colecciones más importantes del mundo como The Alfred North Ringling Museum (Sarasota), el Chase Manhattan Bank (Nueva York), la Fundación Juan March (Madrid) o The Metropolitan Museum of Art (Nueva York). Entre sus últimas exposiciones, en 2018, la galería Marlborough de Madrid le dedicó una retrospectiva que abarcaba toda su producción artística. "Cada cual elige una ficción en la que desarrollarse, yo he elegido el estereotipo del herrero, que es el que me gusta", comentó en aquella ocasión. El artista acababa de cumplir 94 años el pasado 1 de marzo.