El trabajo de Maider López (San Sebastián, 1975) subvierte la lógica del mundo mediante la articulación del gesto mínimo, obligándonos a repensar nuestro entorno. Sus proyectos, dos de ellos activos actualmente en Madrid y otro en Bilbao, se ejecutan como ejercicios de impecable estética y sensibilidad, traduciendo los mínimos en máximos, resignificando los espacios públicos, la arquitectura y el paisaje, desde contextos específicos a los que dota de una enorme resonancia y belleza.

Esto es lo que sucede en Arnasa (respiración en euskera) cuando López hace respirar al Museo de Bellas Artes de Bilbao durante el confinamiento provocado por un virus respiratorio. Una intervención específica en la que todas las salas del museo encienden y apagan sus luces gradualmente con un tiempo de contención de 4 segundos, imitando las frecuencias de la respiración humana.

Arnasa fue un encargo del museo y la Fundación Banco Santander y estuvo activa durante 2020. Ahora podemos disfrutarla en formato de videoinstalación a tres canales a partir de grabaciones originales, y repensarla -respirarla- como una pieza de vigencia universal, conectora de tiempos, espacios y alientos vitales.

Parece también respirar la Hierba en movimiento de la galería Espacio Mínimo. Tres vídeos y dos fotos producidas gracias a la Beca Leonardo de la Fundación BBVA y a la AP Gallery en los que López parte de un encuentro casual: un pastor transporta una pila de hierba en su tractor para alimentar a sus animales.

El traqueteo del desplazamiento parece insuflarle vida e inspira a López a traducir esa labor individual en colectiva, convocando a los 20 habitantes de un pequeño pueblo para transportar, entre todos, pilas de hierba sobre sus cabezas. El resultado es la construcción de un paisaje animado, no exento de humor, entre lo absurdo, lo político y lo poético.

Convertir el árbol en bosque y la representación en naturaleza es lo que propone la artista para El bosque del Prado, un proyecto para el Real Jardín Botánico producido por MadBlue Summit 2022 en colaboración con DKV en el que rescata los cipreses de Vista del jardín de la Villa Medici en Roma de Velázquez (1630) o los granados de La Anunciación de Fra Angelico (1426) entre otras especies; 41 árboles que saltan de los lienzos al jardín para ser trasplantados finalmente en un terreno en las afueras de la capital.