Una de las nuevas salas del museo, dedicada a los maestros modernos

Una de las nuevas salas del museo, dedicada a los maestros modernos

Arte

Una cita con Rubens, Ensor y los primitivos flamencos: Amberes reabre su Museo de Bellas Artes

El centro ha estado 11 años cerrado por una reforma que le ha permitido ganar un 40% de espacio expositivo

2 octubre, 2022 01:45

Amberes ha vivido uno de los momentos más festivos de su historia reciente con la reapertura de su Museo Real de Bellas Artes (KMSKA, en sus siglas en neerlandés), cerrado durante 11 años por una reforma que le ha permitido ganar un 40% de espacio expositivo con diez modernas salas, además de otras instalaciones como un taller de restauración. "No es solo un museo sino una institución científica", señala el presidente de la institución, Luk Lemmens, que subraya el proceso de "reinvención del museo" que se ha llevado a cabo con objeto de situar al KMSKA en la liga de los "grandes museos europeos".

Con un fondo de 8.400 piezas desde el siglo XIV hasta el XX y Rubens, Ensor y los primitivos flamencos como principales reclamos, el nuevo KMSKA presenta, tras una obra proyectada por el estudio KAAN Architecten y más de 100 millones de euros de inversión, dos museos en un solo edificio. La ampliación, casi invisible desde el exterior, respeta la construcción original. Las nuevas salas, creadas a partir de cuatro patios, constituyen una entidad autónoma en el corazón del edificio en la que la luz natural filtrada a través de las claraboyas resulta fundamental. Un organismo dentro de otro, en una operación que apuesta por el contraste (la simetría del museo original frente a la vocación de verticalidad de los nuevos espacios) y la funcionalidad, con zonas intermedias y capas que se revelan poco a poco al visitante.

El museo, según su directora general, Carmen Willems, ha optado "decididamente" por "presentar la colección en dos grandes periodos: los antiguos maestros en la parte histórica y los modernos en el nuevo volumen. Y, en el punto central, James Ensor", del que el KMSKA tiene "la más importante colección en el mundo". Otro artista belga, contemporáneo de Ensor, que sale ganando con el nuevo recorrido es Rik Wouters. "Gracias al espacio ganado, nuestra fantástica colección de arte moderno obtiene el lugar que se merece", apunta Lemmens.

Los responsables de la institución Luk Lemmens (centro) y Carmen Willems (segunda por la izquierda) junto a 'La adoración de los Reyes Magos' de Rubens

Los responsables de la institución Luk Lemmens (centro) y Carmen Willems (segunda por la izquierda) junto a 'La adoración de los Reyes Magos' de Rubens

Entre los primeros, el principal reclamo del museo es Rubens, del que atesora 27 pinturas que recorren su trayectoria, desde sus años de aprendizaje en Italia hasta su periodo final en Amberes (la casa en que residió está a punto de cerrar sus puertas para una reforma integral). Destacan, entre otras, La adoración de los Reyes Magos y La Virgen en trono rodeado de santos. La colección incluye varios retablos icónicos de grandes dimensiones, en gran parte procedentes de iglesias de Amberes desmanteladas y derruidas durante la Revolución Francesa. En torno a él, y a partir de una disposición temática, se organizan las salas protagonizadas por los primitivos flamencos. Están Van Eyck, Van der Weyden, Memling, Massys... El recorrido es jugoso y el visitante encuentra también obras de Jordaens, Van Dyck, Murillo, Tiziano, Patinir, Rembrandt o Clara Peeters.

El Políptico Orsini de Simone Martini, Los siete sacramentos de Van der Weyden, Calvario de Antonello da Messina, Virgen rodeada de serafines y querubines de Jean Fouquet, Bernardo Bembo de Memling, Retablo del gremio de carpinteros de Massys, Festival de los arqueros del Maestro de Frankfurt, Paisaje con la huida a Egipto de Patinir, La caída de los ángeles rebeldes de Frans Floris y Lamentación sobre Cristo muerto de Van Dyck son algunas de las obras maestras que exhibe el museo.

Un retrato femenino de Amedeo Modigliani, titulado 'Desnuda sentada'.

Un retrato femenino de Amedeo Modigliani, titulado 'Desnuda sentada'.

Entre los modernos, cuyo diálogo con los antiguos es estimulado por la institución, figuran Modigliani, Grosz, Magritte, Delvaux, Lucio Fontana y el citado Ensor, figura clave de la modernidad del arte belga, con obras como Los tejados de Ostende, Adán y Eva expulsados del Paraíso, Mujer comiendo ostras o Rayo sobre los ángeles rebeldes y el dragón de siete cabezas. Todo ello, junto a una colección de esculturas de enorme diversidad, conforma ante el visitante un excepcional menú, un recorrido por siete siglos de creación artística con el que la instituión evidencia tanto su arraigo en el territorio como su proyección internacional.

El museo también ha restaurado su fachada y está rodeado por un nuevo jardín con esculturas de su colección que actúa como primera o última sala de la visita. En los meses previos a la reapertura puso en marcha un programa de artistas residentes que han creado obras inspiradas por la colección y el edificio.