Ernesto Neto, ' Tempo lento do corpo que é pele', 2004. Foto:  Romina Doce / Museo de Pontevedra

Ernesto Neto, ' Tempo lento do corpo que é pele', 2004. Foto: Romina Doce / Museo de Pontevedra

Arte

Una exposición que hace sonar los sonajeros de plata y coral para espantar malos espíritus

El Museo de Pontevedra presenta una completísima muestra que recorre las narrativas míticas y atávicas a lo largo de un peregrinaje en tres actos.

28 julio, 2024 01:35

“A medida que crece, el saber cambia de forma. No hay uniformidad en el verdadero saber. Todos los auténticos saltos se realizan lateralmente, como los saltos del caballo en el ajedrez. Lo que se desarrolla en línea recta y es predecible resulta irrelevante. Lo decisivo es el saber torcido y, sobre todo, el lateral”. Volvemos a este aforismo de Elías Canetti después de ver A era das fábulas.

A era das fábulas. A arte e o poder rexenerador da fantasía

Museo de Pontevedra. Pontevedra. Comisarias: Susana González,
Ángeles Tilve y Chus Martínez. Hasta el 29 de septiembre

La exposición parte de un coleccionismo institucional que propone conexiones entre diferentes producciones culturales que, desde nuestro presente, enunciamos como obras de arte, piezas arqueológicas y etnográficas, procedentes de las colecciones Fundación María José Jove, Museo de Pontevedra y TBA21-Thyssen-Bornemisza. Las comisarias son las responsables de estas colecciones: Susana González, Ángeles Tilve y Chus Martínez, respectivamente.

El contexto gallego donde se enmarca la propuesta nos ofrece numerosas referencias culturales, literarias, etnográficas y artísticas; narrativas orales, relatos ignotos, sobrenaturales y mágicos como la inventio jacobea, los mitos fundacionales o la existencia de seres telúricos.

Ruben Santiago 'Not What It’s Cracked Up to Be (2013-14)'. Foto: Romina Doce / Museo de Pontevedra

Ruben Santiago 'Not What It’s Cracked Up to Be (2013-14)'. Foto: Romina Doce / Museo de Pontevedra

A modo de prólogo nos reciben Antony Gormley, Louise Bourgeois y Ernesto Neto. A continuación tres binomios conceptuales van a marcar los tiempos: imaginación-mar, transformación-tierra y renacimiento-aire.

Comenzamos navegando en un gélido paisaje en extinción con Himali Singh Soin. Observamos el abandono y la deriva en Anselm Kiefer. Compartimos la envoltura acuosa de los seres de Inês Zenha.

Escuchamos el mar en las conchas de Maruja Mallo junto a las palabras palabras We marry you, O Sea, as Sign of True and Perpetual Dominion (2023) de Sonia Levy, pronunciadas por el Dux, una vez al año en la Festa della Sensa, durante la República de Venecia, al arrojar a la laguna, desde su galera, un anillo de oro para desposarse con el mar.

Seguimos con las historias. Animales del bestiario medieval habitando capiteles románicos que permanecen atónitos ante La tercera adoración (1991) de Luis Gordillo y Yog Sothoth (1990) de Din Matamoro: ese ser fabuloso descrito en los mitos cósmicos de H. P. Lovecraft hace que avancemos con la Tuneladora (2021) de Teresa Solar, hacia la materialidad de sus dos lenguajes, acuoso y terrestre, y accedemos al segundo acto: transformación-tierra.

Se presentan narrativas visuales fragmentarias, yuxtapuestas, como los Polípticos de artefactos y amalgamas (2011) de Misha Bies Golas; conceptuales en los límites de lo pictórico como la obra de Kiko Pérez (1982); frente al imaginario y el automatismo de Joan Miró, y las esculturas de Akeem Smith que evocan la cultura dancehall underground jamaicana.

Las obras comparten espacio. Son imágenes adyacentes. continuas: Manuel Moldes charla animadamente con Pablo Picasso y Miquel Barceló. “Trabajo el cuadro en un intento de atrapar el sueño que llevo dentro”, dice la pintora Menchu Lamas delante de un Fernand Léger. A continuación, el indigenismo de Arturo Souto nos dirige hacia la dimensión antropológica y subversiva del carnaval gallego.

Vista general de la exposición. Romina Doce / Museo de Pontevedra

Vista general de la exposición. Romina Doce / Museo de Pontevedra

Queremos hacer sonar los sonajeros de plata y coral, para espantar malos espíritus, que comparten vitrina con figas de azabache, amuletos protectores, y con un balangandá, talismán de la cultura afro-brasileña símbolo de la resistencia contra la esclavitud. Hacemos una pausa.

Leemos. “Relationships exhibition”, “Terror”, “Aboriginal male artist unveiled as white woman”. Es Not What It’s Cracked Up to Be (2013-14) de Rubén Santiago. Durante una estancia en Derby (Australia), el artista talla palabras sobre 60 nueces de baobab, una cada día, interesado en el aprendizaje recíproco con artistas locales que, desde los últimos cuarenta años, realizan esta práctica artística incluyendo patrones aborígenes o escenas narrativas, para venderlas como souvenirs. Colonialismo, resistencia cultural y preservación de la tradición y el territorio son temas que nos orbitan.

Entramos en la Habitación vegetal IV (1999) de Cristina Iglesias. La narración continúa tras ese silencio. Silabeando. Las palabras se amontonan formando una cadena sonora, rítmica y constante.

Estamos en la última sala: renacimiento-aire. Nos detenemos ante las tradiciones orales (humana y animal) sobre las que trabajan Noa y Lara Castro. Nos gustaría poder santiguarnos en la Benditera (2024) de Marina González Guerreiro antes de conocer la leyenda de Lucía de Miranda, mito colonial que articula la instalación de Mercedes Azpilicueta.

La exposición, con piezas procedentes de tres colecciones, potencia analogías para la fantasía en los márgenes de travesías ya marcadas

Seguimos la potencia formal del gesto y la ductilidad de la materia en la escultura de Nora Aurrekoetxea; en la ausencia de los cuerpos de June Crespo; en el desgarro de las figuras suspendidas de Georg Baselitz; en la narrativa emocional de Alejandra Pombo Su; y en los vacíos en los moldes de yeso para exvotos de cera ofrecidos en romerías gallegas. Todo ello protegido por la presencia de dos bifrontes graníticos galaicosromanos.

Tras una cortina envolvente y vibrante de Belén Rodríguez, las máscaras de Os vellos non deben de namorarse (1941) de Castelao nos enmudecen. Próximos, los Antropomorfos (1981-2023) de Jorge Barbi, figuras de hierro emergidas de herramientas tradicionales, nos acompañan en nuestro regreso a la tierra y nos devuelven al mar.

Jorge Barbi 'Antropomorfos (1981-2023)'. Romina Doce / Museo de Pontevedra

Jorge Barbi 'Antropomorfos (1981-2023)'. Romina Doce / Museo de Pontevedra

Este es un lugar de ensayo heterodoxo, abierto e intuitivo. Propone no solamente lecturas “predecibles”, sino que potencia encuentros y analogías para la fantasía en los márgenes de travesías ya marcadas