"Más que el amor hace el simulacro": Miriam Reyes subraya la relación con su cuerpo en su nuevo libro
La escritora reflexiona sobre la identidad en 'Con', un poemario que aspira a "construir lo mutuo" desde el reconocimiento de lo físico.
28 julio, 2024 01:36"Yo, interior, cuerpo" son las palabras con las que la poeta y traductora Miriam Reyes (Ourense, 1974) tituló una antología de sus poemas en 2013 y vienen a ser una definición del sujeto, una entidad que se completa ahora al dar nombre a su nuevo libro con la preposición "con", 'juntamente y en compañía', como dice una de las acepciones del diccionario académico.
Se expresa con ello la relación con el otro, cómo todo ello entra en relación con el interior, con el cuerpo y, citando ahora palabras de Con, "construir lo mutuo". No quiere decir lo anterior que lo exterior no estuviera presente en sus obras anteriores, pero este nuevo título viene a subrayarlo.
Estructurado en cuatro secciones, de las que "Al fin" es una extensa y no poco original dedicatoria, "Expectación" reúne poemas en los que el yo se presenta, "Desnuda como una cinta te ofrezco / la oscuridad del nudo", ante lo que venga, de ahí que "una puerta […] comienza a entreabrirse": es un tiempo de deseo, de incertidumbre, de renovación, "todo lo que en mí agonizaba / resucita en tu apetito".
A esas expectativas le sucede la sección "Peligro/Temores"; sus primeras palabras: "Me enamoro de una persona que es una persona otra", donde está ya la expresión "persona otra", que se lee una y otra vez, persona innominada que da nombre a diferentes personas, "otra persona ya fue todas las que amé", contrapartida de "las muchas vidas de yo". Amor, pues, pero, como advierte el título, las relaciones están lejos de ser idílicas.
Son poemas que hablan del encuentro sexual, pero también de examen de la relación en general y se enjuician los comportamientos desde una perspectiva femenina, feminista si se prefiere, que es característica de la poesía de Reyes, como sabe el lector.
Así, se dirá: "Más que el amor hace / el simulacro" o, peor, "me llama nombres: / andrajo discurso residuo" –en Espejo negro (2001) había escrito "Amo a este hombre misógino"–, pasando por la incomprensión, "la persona otra ni dice ni oculta / hace señales que no sé interpretar" –reescribiendo ahí a Heraclito, una de las muchas apropiaciones de discursos de otros– y es el caso que a los momentos satisfactorios se les impone otros en los que "el moho de la insatisfacción aflora".
Varios de los poemas de "Peligro/Temores" son textos breves, que si no haikus en sentido estricto, sí tienen la intensidad propia de estos y algunos se resuelven en un eficaz giro metafórico, siendo todos ellos excelentes.
"Coraje/Lance" es el título de la sección tercera y viene a ser una reflexión sobre el aprendizaje de la vida y la construcción de la identidad, el (re)conocimiento del cuerpo, "todo cuanto puedo llamar mío / este cuerpo que habla", todo ello en un proceso de búsqueda sin solución final, "este cuerpo ¿quién? / insondable y desnudo".
Desde Espejo negro, su primera publicación, Reyes es una de las voces poéticas que tengo por más valiosas de estas décadas, escritura de tintes autobiográficos con un potente efecto de verdad –piénsese en los abusos de los que se habla en poemas de Bella durmiente (2004)–, con un lenguaje cercano al habla cotidiana, sin puntuación ni mayúsculas y uso de espaciamientos entre palabras o dentro de ellas, y que no excluye voces poco usuales en poesía, "cagarme" por ejemplo, pero también "energía oscura", aunada a una retórica que se diría natural, que casi no se nota, y todo da en una calidad poética que Con, al igual que el resto de su obra, viene a confirmar.
[TRES POEMAS]
a lo mejor es una trampa
su corazón una red
y sus brazos cadenas
***
la persona otra se imaginaba otra cosa
esperaba que ocupara menos espacio
que fuera más versátil resistente
y necesitara menos cuidados
***
a menudo se toma
una cosa por otra
o una cosa por nada