Marina Núñez: 'Fuera de sí. Supernova, Silvia', 2018. Foto: Cortesía de la artista

Marina Núñez: 'Fuera de sí. Supernova, Silvia', 2018. Foto: Cortesía de la artista

Arte

Perpetuum mobile: la exposición donde la imagen se mueve en un flujo imparable

Dentro de la categoría oficial de PhotoESpaña se presenta esta exposición donde las imágenes se muestran como experiencias dinámicas 

31 julio, 2024 02:00

La idea de que las prácticas y soportes de representación visual tienen delimitaciones estables, permanentes, es algo que cada vez resulta más inconsistente. Lo hemos podido advertir en las transformaciones y nuevas síntesis que ha ido experimentando la pintura a lo largo del tiempo. Y, sin duda, lo mismo podemos indicar en relación con la fotografía, desde su invención en torno a 1840 hasta la multiplicidad de variantes y soportes en sus manifestaciones actuales.

Perpetuum Mobile. Círculo de Bellas Artes. 

Madrid. Comisario: Alejandro Castellote. Hasta el 1 de septiembre

Es ese el contexto que plantea esta interesante exposición de síntesis de las últimas décadas de la fotografía artística en España. En ella se reúne un conjunto de obras de 27 creadores, con las que se pretende construir una perspectiva del despliegue de la fotografía artística en las primeras décadas del siglo XXI, con el surgimiento de una generación que en la nota de prensa se caracteriza como “la más madura y creativa”.

El comisario de la muestra, Alejandro Castellote, tiene sin duda una experiencia intensa de ese proceso, al haber dirigido el festival PHotoEspaña de 1998 a 2000.
El título de la muestra, en latín, Perpetuum mobile (Móvil perpetuo), con el eco y la resonancia directa a esos móviles digitales que ocupan nuestra cotidianidad, es toda una indicación de ese dinamismo cada vez más intenso en la elaboración y transmisión de imágenes.

Mar Saez: 'Sin título, de la serie Terza vita', 2023. Foto: Cortesía de la artista

Mar Saez: 'Sin título, de la serie Terza vita', 2023. Foto: Cortesía de la artista

El montaje se articula con una síntesis muy plural y abierta de distintas temáticas y procedimientos expresivos, con la fotografía como punto de partida y su proyección en vídeos, documentos e instalaciones.

Como señala Alejandro Castellote: “Perpetuum Mobile propone una estructura abierta, una suerte de jardín de especies que ilustra el ensanchamiento de los límites de la creación fotográfica y las incesantes mutaciones que han ido transformando a lo largo de casi dos siglos el estatuto fundacional del medio: la mímesis de la realidad”.

Es una comparación interesante porque, además, en ella se advierte el eco de la pluralidad natural de las distintas especies vegetales en la diversidad de los soportes fotográficos y digitales.

Lo mejor de la muestra es recorrer con calma y concentración el camino de representaciones que se abren a nuestra mirada. Todas las piezas reunidas son de gran interés. Yo les llamaré la atención sobre algunas en concreto…

Alzar el vuelo, caer sin tierra (2023-2024), de Irene Zottola (Madrid, 1986), nos lleva a una instalación en la que recupera el libro de su proyecto Ícaro, que ganó el V Certamen Fotocanal de la Comunidad de Madrid.

En ella se sitúan los contrastes entre el deseo de volar, y así ascender al cielo, o caer al suelo. Una fotografía de la aviadora estadounidense Amelia Earhart, desaparecida en un vuelo el 2 de julio de 1937, nos ubica con ella diciéndonos que “se transforma en Ícara, en la personificación del mito”.

Bego Antón: 'Haiek Danak Sorginak', 2016-2024. Foto: Cortesía de la artista

Bego Antón: 'Haiek Danak Sorginak', 2016-2024. Foto: Cortesía de la artista

En Información relativa, The Edge (El borde) (2016-23), de Álvaro Laiz (León, 1981), nos situamos ante una serie de retratos desarrollados a partir de un viaje que realizó desde el Ártico ruso hasta Tierra del Fuego (en el Atlántico Sur).

El fotógrafo articuló los retratos como síntesis superpuestas, utilizando como referencia el planteamiento del físico teórico Carlo Rovelli “sobre la posibilidad de que el sustrato común de la existencia no sea la materia en sí, sino su correlación y las reciprocidades que establece”.

Con Haiek Danak Sorginak (Todas ellas brujas) (2016-2024), Bego Antón (Bilbao, 1983) nos lleva a una reconstrucción de la caza de brujas en el País Vasco, basada en cómo se describía a las mujeres acusadas de brujería cuando eran obligadas a confesar bajo tortura. Su intención es eliminar el malentendido y la ambigüedad de esta temática, desprendiéndose de la “herencia patriarcal que ha sido hasta ahora la única que ha contado los hechos”, indica la artista.

De Marina Núñez (Palencia, 1966) se presentan tres propuestas con soportes de representación diferenciados. En el vídeo Grieta (2013), a través de un agujero en la pared con forma de ojo, se accede a otro mundo donde no se alcanza una visión definitiva, todo se mueve en un flujo imparable de metamorfosis.

Irene Zottola: 'ÍCARO, Amelia Earhart'. Foto: Cortesía del artista

Irene Zottola: 'ÍCARO, Amelia Earhart'. Foto: Cortesía del artista

Especie (2019) es un conjunto de pequeños cristales escultóricos de figuras femeninas, con el cuerpo dibujado por líneas arbóreas, grabadas con láser y una base de luz led. Fuera de sí (supernovas) (2018) es un grupo de imágenes digitales impresas de mujeres que se despliegan en un cúmulo de partículas, como conglomerados celestes.

La Trilogía del alma (2019), de Soledad Córdoba (Avilés, 1977), nos lleva a los espacios de las ceremonias y los rituales, con Rito XIX, Rito XIV y Transmutación IV. En ellas desempeñan una función desencadenante las chamanas o iniciadas, que, a través de los rituales, nos llevarían a la transcendencia.

Soledad Córdoba: 'Rito XXVII', 2019. Foto: Cortesía de la artista

Soledad Córdoba: 'Rito XXVII', 2019. Foto: Cortesía de la artista

El proyecto indaga en el diálogo entre la condición humana y la poética del paisaje. Las fotografías están elaboradas con tintas minerales en papel baritado sobre dibond y con cristales en roca y pan de oro.

Todo el recorrido nos muestra la gran diversidad de soportes empleados, con atención especial a las imágenes humanas, particularmente las femeninas, en relación con la naturaleza y con la vida siempre plurales. En definitiva, las imágenes no están quietas: el dinamismo profundo de las imágenes, como signo y representación de lo que somos, también dinámicamente.