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El 6 de junio de 1944 a las 04:00 de la mañana desembarcaron en la playa bautizada como Omaha 43.250 soldados de infantería y un fotógrafo. Robert Capa avanzaba chapoteando a trompicones entre las olas del mar de camino a la orilla mientras las tropas alemanas intentaban repeler el avance del Ejército Aliado. Pronto se acurrucó en uno de los obstáculos de acero antitanque llamados erizos checos. Desde ahí comenzó a disparar no balas, sino fotografías. Tomó hasta 134 instantáneas, de las cuales sobrevivieron once.
El cuerpo sin vida de Mahatma Gandhi fue incinerado en la ribera del río Yamuna el 31 de enero de 1948. Cerca de 2.000.000 de personas acudieron al funeral del símbolo del independentismo de la India, agolpándose en las inmediaciones del lugar. Henri Cartier-Bresson estaba allí, sumergido en el gentío. Frente a él, una imagen que se encargó de capturar: casi una decena de personas a duras penas agarradas a las ramas de un árbol desde donde rendir un último homenaje al gran promotor de la paz.
Para hacerse con aquellas instantáneas, tanto Robert Capa como Cartier-Bresson confiaron en las cámaras fotográficas Leica. No solo ellos, también André Kertész, Robert Frank o Ilse Bing -apodada "la Reina de la Leica"- recurrieron a ella. Importantes nombres actuales de la fotografía como Sebastião Salgado y Alberto García-Alix son también adeptos de la marca, que en 2025 cumple 100 años.
Las cámaras de Leica se hicieron con un lugar privilegiado en el mundo de la fotografía por su tamaño compacto, que permitía sostenerlas con una sola mano. Asimismo, sus películas de 35 mm también eran de dimensiones reducidas, lo que facilitaba su manipulación en circunstancias donde era de radical importancia la espontaneidad del momento que se quería capturar.
Javier Liedo, Managing Director de Leica Camera Iberia, nos habla de la evolución de la compañía en el contexto del próximo centenario de la marca y la celebración este 2024 del 70 aniversario del nacimiento de una de sus cámaras más emblemáticas, la Leica M.
Pregunta. Leica está a punto de cumplir 100 años, ¿cómo ha logrado seguir incrementando su cifra de negocio?
Respuesta. Sí, su primera cámara nació en 1905. No siempre ha habido unos ciclos con buenos resultados financieros, como todas las compañías centenarias, hemos tenido momentos difíciles. Pero desde 2014 se empezó una nueva etapa con un nuevo accionista principal, que coincidió además con el lanzamiento del digital. A partir de entonces, se cogió otro ritmo, consiguiendo récords de facturación durante varios años consecutivos.
»¿Cómo lo conseguimos? Aquí no existen los milagros. Hemos acertado con una buena estrategia de distribución selectiva a nivel mundial, mediante la apertura de tiendas propias en distintas localizaciones clave por todo el mundo. Añadiría también el lanzamiento de productos que han tenido muchísimo éxito. Hemos ampliado el abanico de productos, con nuevas categorías, y todo ello ha sido muy bien aceptado en el mercado.
»También iniciativas como Leica Gallery, una de las principales galerías de fotografía del mundo, nos han ayudado a posicionarnos como marca, no solamente como fabricante de cámaras, sino también como una empresa con mucha sensibilidad con el mundo de la fotografía.
P. Leica está estrechamente vinculada con el nacimiento fotoperiodismo y con revistas como Life o Look. ¿Qué aporto Leica en aquel momento? ¿Por qué la eligieron los modernizadores de la fotografía como André Kertész, Cartier-Bresson o André Kertész?
R. Principalmente, lo que aportaba Leica era una cámara pequeña, manejable, con lentes intercambiables, duradera, resistente, que se pudiese llevar con facilidad a distintos lugares en conflicto o en condiciones precarias.
»El lanzamiento del sistema M, en 1954, facilitó que muchos de estos periodistas marcaran de alguna forma la memoria visual de lo que ha sido la historia y la historia de la fotografía. No solo Cartier-Bresson, también muchos otros eligieron una Leica como herramienta de trabajo, porque sabían que tenían una cámara que no les iba a fallar nunca. Gracias a esto, muchas de las fotografías más emblemáticas de la historia, como la del miliciano de Capa o la del Che Guevara, se hicieron con una de nuestras cámaras.
P. Hoy que todo mundo lleva una cámara de fotos en el bolsillo: ¿qué plus diferenciador ofrece una Leica? ¿Qué tiene Leica que la hace tan especial?
R. Estamos viviendo el momento de la historia en el que más fotografías se hacen. Hay muchísimas personas haciendo fotografía. Por otro lado, tenemos además el tema de la inteligencia artificial. El resultado de todo esto es que hay más personas haciendo fotografía pero que no saben de fotografía. Si nosotros somos capaces de trasladar a este tipo de usuarios lo que es la fotografía de verdad, el arte de la fotografía, de hacerlo de forma más pausada, de mirar de verdad, habremos conseguido muchísimos entusiastas de un arte maravilloso.
»Con la inteligencia artificial nos enfrentamos a un reto con respecto a la autenticidad, que para mí es otro de los puntos de reflexión del futuro de la fotografía. ¿Si no sabemos si el autor de una foto es una persona o una máquina, cuál es la diferencia? Una de nuestras cámaras, la M11, ya responde a este problema proporcionando un certificado de autenticidad a cada fotografía.
»Además, nosotros, en este contexto, hemos querido mantener la artesanía con la que hacemos nuestros productos. Seguimos puliendo nuestras lentes y pintando los números que aparecen en ellas todo a mano. También tratamos de ser los mejores en la calidad de nuestros materiales. Una Leica no tiene absolutamente nada que ver con otras marcas, es algo que está en nuestro ADN.
P. ¿Cómo ha evolucionado la marca desde la cámara que utilizaba, por ejemplo, Robert Capa, a la que hoy utilizan artistas como Alberto García-Alix?
R. Leica ha evolucionado, como todas las marcas, pero yo creo que el factor que nos diferencia es que ha querido mantener su esencia, algo mucho más complicado de lo que parece. A lo largo de cien años ha mantenido una continuidad en su diseño que hace que nuestras cámaras sean fáciles de identificar. Es algo tremendamente difícil porque la tecnología cambia, pero tú no puedes alterar la estructura y el contenido de esa cámara.
P. La proliferación de fotografías de la que hemos hablado nos puede llevar, paradójicamente, a buscar la mejor fotografía para que destaque del resto, ¿Cómo la podemos conseguir?
R. Yo creo que la mejor fotografía es la que está por llegar, la que uno está pensando e incluso aquella que no te habías planteado y de pronto te encuentras. Esto último es lo que sucede muchas veces en el fotoperiodismo: pensemos en un reportero de guerra que va a Afganistán, que busca hacer una foto de un pueblo destruido. De repente una niña abre una puerta y él hace la fotografía. Ahí tenemos, como resultado de una casualidad, la imagen de La niña afgana, que ha quedado para la historia. Es una mezcla de instinto, preparación e insistencia.
P. En Leica Gallery hace poco, durante la pasada edición del festival PHotoEspaña, pudimos disfrutar de una exposición sobre fotografía surrealista. Ahora, hasta el 11 de enero, podemos ver Wild Wild West, de la modelo y fotógrafa Ellen Von Unwerth. ¿Qué quieren mostrar en este privilegiado espacio del barrio de Salamanca de Madrid?
R. Leica Gallery es una de las redes de galerías de fotografía más importantes del mundo. Con esto lo que buscamos es ir más allá de esa actitud cara a la fotografía de móvil de la que hablaba al principio. Una fotografía no tiene nada que ver en tu móvil a tenerla frente a ti impresa.
»Deseamos mejorar, en ese aspecto, la experiencia de los amantes de la fotografía y el arte en general. Además, en nuestras exposiciones a veces contamos con la presencia de artistas de primer nivel, pero también queremos dar a conocer al mundo la obra de nuevos talentos. Todo esto lo hacemos para mostrar lo que está por venir. Queremos dar a conocer otras formas de mirar más allá de la fotografía clásica.
»Nuestras galerías se han consolidado como un espacio con exposiciones que a menudo salen de nuestros fondos del museo de Leica en Alemania, como es el caso de la que tenemos a día de hoy en Madrid. Otras veces las llevamos a cabo nosotros a nivel local, pues queremos que aquí convivan el fotógrafo, el profesional, el amateur y el amante de la fotografía.
P. Volviendo al principio, el año que viene Leica cumplirá 100 años, ¿están preparando algún proyecto para celebrarlo?
R. Tenemos un proyecto muy bonito que todavía no podemos desvelar, habrá un comunicado para ello, pero habrá celebraciones en distintos lugares icónicos del mundo. Puedo decir que empezará en la ópera de Dubai. Luego pasaremos por varias ubicaciones de América, Asia y Europa. En el caso de España también habrá algo muy interesante, como una exposición de los 100 años de Leica.
»Y en verano del próximo año hay también un programa de muchísimas actividades en Leitz Park, que es donde nació la empresa y donde tenemos nuestra fábrica, nuestro museo y nuestras oficinas centrales.
P. Para terminar, ¿cuáles son los retos a los que se enfrenta Leica Iberia actualmente?
R. Llevamos solamente cinco años en España, siete en Portugal. Nuestro reto principal pasa por abrir alguna flagship más tanto en España como en Portugal. Puedo decir que en Lisboa abriremos a principios del próximo año una flagship con Leica Gallery en Avenida Liberdade, la arteria principal de Lisboa. En el caso de España abriremos también una zona mucho más enfocada al fotógrafo profesional en Madrid y también reforzaremos la itinerancia de nuestras exposiciones. También estamos muy interesados en reforzar la formación en fotografía en centros educativos.
»Por último, otra cuestión que ha llamado nuestra atención es que hay mucho interesado en Leica que a lo mejor no se puede permitir una de nuestras cámaras. Por eso nos queremos centrar también en el mercado de segunda mano, que está tomando mucha fuerza. Con esto lo que buscamos es proporcionar al cliente potencial de nuestra marca un producto certificado por Leica.
Este artículo ha sido elaborado con la Leica SL3, una compañera de confianza que ayuda a nuestros reporteros a elevar la narración periodística visual a otro nivel.
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