Image: Un recinto ferial con vistas al mar

Image: Un recinto ferial con vistas al mar

Arquitectura

Un recinto ferial con vistas al mar

El estudio Alonso-Acebogana en Palma su primer concurso

30 mayo, 2001 02:00

Maqueta e imagen digital (abajo) del nuevo recinto ferial de Palma de Mallorca.

La propuesta de los jóvenes arquitectos Victoria Acebo y ángel Alonso para el nuevo recinto ferial de Palma de Mallorca responde con rotundidad al complejo y heterogéneo programa, que busca dotar al vasto conjunto de unidad formal y expresiva y crear un diáfano espacio que pueda ser dividido para simultanear distintas exposiciones. Esta fragmentación espacial se produce a partir de la inserción de amplios patios ajardinados que, a modo de bulevares urbanos, flexibilizan accesos sin interrumpir la circulación interna. La unidad formal referida se produce al poner en valor el único plano que se percibe en el interior de un edificio de estas características: la cubierta se construye, en este caso, con una ingeniosa solución de planos contrapeados que, formando un damero tridimensional, envuelve todo el espacio con idéntica solución tanto en fachadas como en cubierta, aportando así una luz tamizada. Esta estructura permeable a la luz se prefabricará para su posterior enlazado como si de un tejido se tratara, y albergará en su interior todas las instalaciones en un plenum continuo aportando aire y luz al espacio.

Ocupado todo el solar en un único nivel habitable, restan partes importantes servidoras del programa: el aparcamiento para 5.000 coches y las oficinas necesarias para el Gobierno Balear. Ambos usos se sitúan en sendos e independientes edificios que, articulando el conjunto, ofrecen un contrapunto vertical al desarrollo horizontal de la estructura envolvente. Las oficinas se disponen en una situación de esquina sobreelevándose 50 metros sobre el nivel del mar, para permitir una conexión visual de amplio horizonte. El parking se desarrolla en una torre de iguales dimensiones a la de oficinas, ya que su excavación bajo el nivel del mar hubiera supuesto un altísimo coste, y, de este modo, aporta una gran dignidad y riqueza espacial al primer encuentro con el edificio, ya que casi la totalidad de los usuarios acceden al recinto en coche. Así, la primera imagen que tendrán será una visión de la ciudad de Palma y del mar, para después sumergirse por numerosos ascensores en el espacio expositivo.

Los códigos constructivos y espaciales del estudio Alonso-Acebo se aproximan al ideal de Kahn, utilizando el hormigón armado como base tectónica de la forma en una estructura articulada, con menores limitaciones tecnológicas de la construcción a base de juntas, pero con la idéntica voluntad de envolver espacios fluidos sin definir sus limites. Esta continuidad espacial remite a la continuidad estructural que, además de expresar su acción portante, resuelve elegantemente todas las servidumbres funcionales.