Image: Gary Hume

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Arte internacional

Gary Hume

Arte en el mundo

3 abril, 2003 02:00

Irish Museum of Modern Art. Dublín. Hasta el 22 de junio de 2003www.modernart.ie

El español Enrique Juncosa inaugura su nuevo cargo de director del Irish Museum of Modern Art con una exposición del artista Gary Hume, probablemente el pintor más laureado de la nueva generación de artistas británicos. Hume, nacido en Kent en 1962 es la más viva imagen del emerger de la pintura británica de los noventa. Es, de hecho, uno de los caballos de batalla de las manoseadas siglas "yBA". Tras trabajar en el campo de la edición de cine hasta mediados de los años ochenta, se graduó en Goldsmiths junto a otros artistas como Matt Collishaw. A partir de ahí, Damien Hirst, Charles Saatchi.....

La pintura de Gary Hume es fresca, viva y brillante, con grandes zonas de colores planos, se encuentra a caballo entre la figuración y la abstracción y es rotundamente contemporánea. Aunque los cuadros de fechas recientes (los que expuso en White Cube) han perdido la brillantez de los de la década de los noventa, Hume continúa con la utilización de barnices especiales que dispone sobre soportes de aluminio. Su temática es cercana, lo que expresan sus cuadros se encuentra entre lo icónico y lo enmarañado, como si aún no estuviera resuelto. Temas aprehensibles, fácilmente asimilables, historias contadas a través del color, de una línea consciente que a veces se expresa de forma evanescente y otras se muestra certera y rotunda. Técnicas ilusionistas, objetos que pueden ser diferentes cosas solo perceptibles después de un tiempo de contemplación, conforman el grueso de su pintura.

Tras la tremenda marea que originaron los jóvenes artistas británicos a principios de los noventa, Hume, una persona muy tímida, se ha recluido y está completamente alejado del ruido. Toda la corriente mediática de los "young british artists" acabó por apagarse aunque aún tenemos focos de creación que se encuentran en las antípodas de Hume. Su pintura es lenta y pensada, lejos, afortunadamente, de creaciones coetáneas como las de Tracey Emin o Sarah Lucas. Gary Hume siempre está en el centro de atención y siempre estará en el punto de mira. Sus detractores y sus admiradores conforman dos bandos bien diferenciados. Los que aducen que sus pinturas brillantes son un espejo donde contemplarse, una mera fuente de banalidad de carácter decorativista, se enfrentan a otro nutrido grupo de admiradores que abogan por su contemporaneidad, su sintonía con el mundo actual y sobre todo su posición en primera línea de batalla por la supervivencia de la pintura. Pese a todas estas voces, tan drásticas las más de las veces, nos quedará la certeza de que una exposición de Gary Hume es, siempre, una de las grandes citas.