La Power Plant Contemporary Art Gallery presenta una exposición en la que se debaten los postulados Post-minimalistas y Post-conceptuales.

Diecinueve artistas, todos ellos procedentes del continente americano, debaten en Toronto sobre la herencia del minimal y el conceptual. Es evidente que la obra de todos los artistas de la muestra ha de insertarse en esa línea pero también resulta obvio que lo artistas en la actualidad están expuestos a un sinfín de influencias. Se trata pues de ver cómo los artistas subvierten a menudo la propia esencia de su trabajo, cómo "trasgreden las reglas del juego". Este ejercicio de subversión se lleva a cabo introduciendo elementos ajenos a la propia autorreferencialidad de las obras de raíz minimal/conceptual, esto es, derivas poéticas, insinuaciones autobiográficas, motivos metafóricos, alegorías y simbolismos, etc.

El sentido de "Stretch" es el de perturbar la percepción del espectador a través de estrategias diversas. La apariencia primera de las obras rara vez se corresponde con el significado real de la misma. Los ejemplos más claros son, creo, el de Oscar Muñoz quién, con sus espejos alineados, que pudimos ver en la exposición "Entre Líneas", muestra inaugural de La Casa Encendida. Si el espectador se acerca y exhala el aliento frente a los discos de espejo, podrá observar en ellos diferentes formas de retrato, que no autorretrato, sino retratos de otras gentes en una excelente pieza que se apoya en la idea de memoria. La pieza de Roni Horn, de todos conocida, contiene en si misma las premisas formales del minimalismo pero lo subvierte de manera radical por medio de un mensaje claramente explícito. Todas las obras parecen exaltar la materialidad de las piezas cuando la realidad muestra otro contenido, de orden narrativo las más de las veces.

De los artistas integrantes destaca la pieza de Santiago Sierra que muestra la obstrucción de una vía de Mexico DF con un camión, obra que supera con creces los presupuestos minimal/conceptual para generar una dialéctica claramente corrosiva sobre cuestiones sociales. La obra de Los Carpinteros implica evidentes connotaciones políticas mientras la de Vik Muniz comprende una imagen de una obra claramente minimal que ahora ya solo existe en la fotografía en tanto que se trataba de una imagen realizada con polvo. En la misma línea que el brasileño se encuentra la obra del cubano Manuel Pina. Sus imágenes icónicas de edificios, cuarenta y ocho de ella perfectamente alineadas, subvierten plenamente el carácter minimal/conceptual al desaparecer literalmente en el curso de la exposición.