Image: Sean Scully

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Arte internacional

Sean Scully

Arte en el mundo

30 octubre, 2003 01:00

Sara Hilden Art Museum. Särkänniemi. 33230 Tampere, Finlandia. Hasta el 15 de febrerowww.tampere.fi/hilden/

La obra de Sean Scully es uno de los referentes pictóricos en la actualidad. Así lo atestigua la exposición del Sara Hilden.

El Sara Hilden Art Museum es, junto a Kiasma, el centro de creación contemporánea más importante de Finlandia. Así lo demuestra la gran exposición del artista irlandés Sean Scully que se puede ver hasta el 15 de febrero. Sean Scully ha participado en diversas exposiciones españolas como las realizadas en el IVAM de Valencia o la más reciente de la galería barcelonesa de Carles Taché. Scully practica una pintura (y una interesante fotografía) relacionada con la abstracción geométrica, una pintura de orden reticular que, pese a lo que se podría, en principio, desprender, se aleja totalmente de la idea de rigurosidad, del cálculo sistemático y, en definitiva, del frió. La suya es una obra cálida que se mueve en el ámbito de la contemplación de carácter extático. De este modo, y como ha admitido en numerosas ocasiones, se ha sentido siente atraído hacia figuras como Cezanne o Rothko, creadores que han sido siempre relacionados con una suerte de experiencia emocional.

La exposición que presenta el centro finlandés está centrada en la producción de los diez últimos años. Como en Valencia, la exposición muestra parte de sus fotografías, delatoras de una clara influencia urbana. Como en la obra fotográfica de Uslé, estas imágenes funcionan como complementos de las pinturas y muestran la voracidad de la mirada del artista, la visión que se distrae por cualquier recoveco en busca de la luz, del sentimiento emocional que ésta propone. Las pinturas de Scully conforman una estructura reticular que las acercan a Mondrian, cuadrículas que revelan ese interés por las propiedades rítmicas de la pintura. Sin embargo, Scully se desmarca de los postulados del pintor holandés para introducirse en el territorio de lo visualmente emocional expresado fundamentalmente por una intensa vibración cromática. De este modo la retícula de Scully alberga una suerte de extatismo. En una entrevista publicada en EL CULTURAL el pasado año con motivo de su exposición en Carles Taché, admitía su condición de "realista romántico". Da la impresión de que Scully necesita partir de un cierto romanticismo para después admitir la condición de nuestra sociedad. Las vibraciones cromáticas, tendentes siempre a una suerte de reflexión de orden espiritual, aparecen encerradas, recluidas, enclaustradas en un orden de cierta rigidez. En este sentido, Scully se reconoce un idealista que funciona por impulsos emocionales. De estos derivan sus estructuras y sus tonalidades, sus ritmos y sus inquietudes.