Image: Perception in art

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Arte internacional

Perception in art

Arte en el mundo

18 diciembre, 2003 01:00

Kunsthaus Graz. Austria. Hasta el 18 de enerowww.kunsthausgraz.at

El flamante edificio de la Kunsthaus de Graz, construido por Peter Cook, alberga una gran exposición sobre la percepción en el arte.

Es, sin duda, un edificio singular el de la nueva Kunsthaus de Graz. La ciudad, con un casco antiguo uniforme y muy tradicional, se ve sorprendida por la estructura de cubierta azul que destaca entre los tejados. Como comentaba EL CULTURAL, la Kunsthaus de Graz no guarda relación alguna con el tipo de arquitectura tradicional que todavía hoy practican los grandes arquitectos sino que escapa a la concepción habitual que se tiene de espacio. La kunsthaus parece, en palabras de Salvador Pérez Arroyo, "más un objeto cotidiano fuera de escala, como un pisapapeles, una botella de licor o un perfume". Se trata de una estructura parecida a una gran burbuja azul de evidentes connotaciones marinas. Contiene en su interior distintos niveles que vinculan el espacio con el de otros edificios ya existentes. Es significativo pues que la primera exposición del nuevo espacio verse sobre la percepción. Los habitantes de la ciudad austriaca deben experimentar un extraño fluir de sensaciones al contemplar esta pieza tan orgánica entre la sobriedad y el rigor de su casco histórico. Por esto, la exposición se plantea como una sugerente experiencia paralela.

Compuesta por cuarenta artistas, la exposición "Perception in Art" propone una visión experimental de la creación artística, un recorrido por el que el espectador pondrá a prueba su capacidad sensorial. Entre los artistas incluidos destacan la canadiense Angela Bulloch, con sus conocidas superficies cromáticas que varían con la música; el danés Olafur Eliasson, que trabaja con presupuestos de orden científico vinculados a la naturaleza y su efecto en la percepción humana; el brasileño Ernesto Neto, con sus instalaciones ricas en textura y aroma, tan gratificantes al tacto y al olfato o la británica Bridget Riley, con sus pinturas que desafían nuestra capacidad visual.

La exposición está integrada por piezas de todo tipo de formatos. Hay mucha pintura entre la que destacan las investigaciones en torno al rostro humano desarrolladas por Chuck Close, Sarah Morris o Manfred Willman. De estas obras se establece un vínculo con las obras de Riley que versan sobre cómo percibimos el color, en su fragilidad e inestabilidad. Estas pinturas enlazan a su vez con las del norteamericano Ellsworth Nelly. En el apartado de sonido tenemos la pieza de Max Neuhaus que, desde el exterior del edificio invita a los visitantes a entrar en el centro en mensajes reproducidos en intervalos de una hora.

De entre las piezas más interesantes está la de Ernesto Neto. El brasileño crea instalaciones de carácter orgánico a través de materiales como la tela y la espuma. Formas que salen al encuentro del visitante, que se ve envuelto en un mar de sustancias y texturas. Las formas que crea Neto activan el espacio y con su apariencia embrionaria remiten directamente a la vida y también a conceptos íntimamente relacionados con la escultura como el peso o la gravedad.