"Don"t touch the white woman" es la última exposición de Francesco Bonami en este espacio turinés, una muestra sobre la mujer compuesta por diecinueve mujeres.

Francesco Bonami, quien fuera primer director de la Fundación, ha preparado esta muestra tomando en consideración su condición de "hombre" frente "al otro", esto es, "la mujer". El ex director de la bienal de Venecia y actual Head Curator del MCA de Chicago, ha reunido a 19 artistas de todas las zonas del mundo para vertir diecinueve pinceladas de lo que ha considerado el paisaje artístico femenino de nuestro tiempo. Esencia, Acción, Identidad, Ansiedad, Trauma, Violencia, Caos, Angustia, Caos, Dislocación, Cuerpo...son algunos de los temas tratados por estas artistas.

La exposición debe su nombre a la película homónima dirigida por Marco Ferreri en 1974, obra en la que el director italiano dibuja la problemática entre las relaciones hombre-mujer. El film, grabado en el crater en el que construirían los cimientos del Centre George Pompidou de París. Con este título, del que el propio Bonami dice que le habría causado un buen número de problemas de haberlo presentado en Estados Unidos, se quiere plantear la reflexión sobre el papel de la mujer en el mundo contemporáneo, un papel que se ha ido transformando claramente en los últimos cincuenta años pero que aún cuenta con altibajos importantes según la zona geográfica de la que se hable. No sería lo mismo, explica Bonami, que mujeres africanas y asiáticas ejerzan la prostitución en Occidente a que mujeres occidentales lo hagan en Asia y áfrica, algo que causaría, según el curator, la intervención de los gobiernos.

De entre las artistas seleccionadas, las más conocidas en el panorama internacional són Shirin Neshat, que fue una de las primeras artistas en denunciar las desigualdades sociales de la mujer en los países fundamentalistas, Mona Hatoum, palestina cuya obra se ha centrado desde los inicios de su trayectoria en temas relacionados con la desubicación, algo muy propio de su país de origen, o Valeska Soares, brasileña cuya obra juega con música, voz y tejidos para aludir a la sensualidad propia del género femenino.