Boris Mikhailov ha tenido en 2004 uno de sus mejores años. El Institute of Contemporary Arts de Boston le dedica ahora otra retrospectiva.

Esta es la tercera gran exposición que ha realizado Boris Mikhailov en este año 2004. Su obra ya pudo verse en la Fundación Serralves de Oporto, junto a la del también ruso Ilya Kabakov, en el Palau de la Virreina de Barcelona y ahora en el ICA de Boston, uno de los centros más activos de Estados Unidos de cuyas exposiciones ya hemos dado cuenta en esta sección. El trabajo de Mikhailov ha sufrido un gran número de vicisitudes. Primero trabajó como ingeniero para la KGB pero cuando encontraron imágenes de su mujer desnuda le echaron del trabajo. A partir de este momento se convirtió en fotógrafo extraoficial durante los años de la Unión Soviética, con todo el control que aquella situación política conllevaba, y su obra solo pudo ser conocida en Occidente a partir de los años noventa cuando ya llevaba una trayectoria de más de veinte años. A partir de 1990, sin embargo, su trabajo fue muy apreciado como muestran los numerosos premios recibidos y las exposiciones a él dedicadas. Entre los primeros destacan el Hasselblad Award o el Citybank Photography Prize y entre las segundas las realizadas en el Portikus de Frankfurt o la Kunsthalle de Zurich. El pasado año participó en aquella gran colectiva llamada "Cruel and Tender" que tuvo lugar en la Tate Modern y en el Museo Ludwig de Colonia. Esta exposición de Boston es la primera revisión que del trabajo de Mikhailov se hace en los Estados Unidos. Es pues una exposición de envergadura.

La obra de Boris Mikhailov narra los años maduros del régimen soviético así como su declive y su definitiva caída. Durante 35 años, ha sido testigo de uno de los periodos más complicados del siglo XX. Pero no solo se ha dedicada a plasmar las desgracias de su pueblo sino que ha sido capaz de mezclar esa visión con una muy atractiva mirada conceptual. El artista ucraniano, nacido en Jarkov, comenzó a subvertir las reglas que su país imponía a los fotógrafos, una de ellas la prohibición de fotografiar desnudos. Una de sus primera series, "Red", realizada entre el 1968 y 1975, incluye desfiles y propaganda soviéticos. En un primer momento, parecería que las imágenes constituyen una visión favorable cuando, en realidad, Mikhailov está ofreciendo una mirada hacia cómo el régimen, o la ideología en un sentido más amplio, no hace sino derrumbarse. Para ello utiliza las variantes que le ofrece el color rojo, con toda su simbología y sus connotaciones políticas.

La obra de Mikhailov es de una gran variedad tanto en lo técnico como en lo puramente estético. En 1991 realizó una muy interesante serie llamada "By the Ground", un conjunto de trabajos panorámicos realizados en sepia, tomadas desde el nivel de la cintura, como ocultándose, de escenas callejeras de Jartov y Moscú. Otra de sus series más famosas es "Case History" una serie de alrededor de 500 fotografías con las que plantea una crítica la sociedad ucrania. Son imágenes de la comunidad de los "sin techo", un enorme grupo de personas aparecido con la caída del Comunismo. De los trabajos más recientes de Mikhailov contamos con obras que aparecen ligeramente descontextualizadas de su producción anterior en tanto que son trabajos realizados en Berlín en contextos, evidentemente, distintos.