Image: Steve McQueen

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Arte internacional

Steve McQueen

Arte en el mundo

21 abril, 2005 02:00

Fondazione Prada. Milán. Italia. Hasta el 12 de juniowww.fondazioneprada.org

Ganador del Turner Prize en 1999, Steve McQueen es uno de los videoartistas más aclamados del panorama actual

Nacido en Londres en 1969, estudió en el Chelsea School of Art y en el Goldsmiths College. Actualmente vive y trabaja en Amsterdam. Su obra ha podido verse en las grandes citas del arte contemporáneo, desde las Documentas X y 11, hasta exposiciones en los grandes centros como el MoMA, la Kunsthalle de Viena, el art Institute de Chicago o el Musèe d"Art Modern de la Ville de Paris. El trabajo de Steve McQueen pronto empezó a adquirir reconociemto internacional a partir de su sofisticada utilización del lenguaje cinematográfico. McQueen se inspiró en los planteamientos desarrollados por el cineasta francés Jean Rouch y su interpretación de los presursores del neorrealismo italiano. Así, su lenguaje se configura como una estructura quebrada, una ruptura de las leyes tradicionales de la edición para alcanzar plena libertad con la cámara. Desde muy pronto entendió que el lenguaje cinematográfico, cámara en mano, debía incorporar el carácter fragmentario de la mirada, esto es, capturar la fugacidad, el instante, lo que no vemos, lo casual y lo incierto. "Hay que perder el control para tenerlo todo bajo control", dijo una vez.

La Fondazione Prada de Milán dedica a McQueen una exposición en la que se pueden ver muchos de sus trabajos más interesantes. Desde sus primeras obras de principios de los noventa, como "Exodus", una pieza de tipo experimental que subraya muchas de las propiedades mencionadas anteriormente en la que una cámara filma "clandestinamente" a dos personajes que transportan palmas por las calles de Londres, hasta obras más recientes como "Western Deep" o "Carib"s Leap". Una de sus piezas más importantes, "Drumroll", con la que ganó el Turner Prize, está también presente en la exposición. Se trata de una pieza muy conocida, con tres cñamaras en el interior de unos tambores que van rodande por las calles de Nueva York. Un año antes realizó la pieza "Deadpan" con la que McQueen rendía homenaje a uno de los genios del cine mudo, Buster Keaton.

McQueen ha trabajado con blanco y negro, especialmente al principio de su trayectoria, y en color. Su trabajo subraya la disolución de las fronteras entre lo real y lo imaginado, así como del espacio que media entre el espectador y la imagen. Esta lectura quebrada se sitúa en un plano paralelo al funcionamiento de la memoria en los seres humanos. Pero sobre todo se trata de romper radicalmente la secuencia narrativa tradicional. El espectador, por tanto, se encontrará más de una vez expuesto, inmerso en un mar de dudas en el que será necesaria su interpretación. El lenguaje de McQueen puede ser en ocasiones críptico por ese lenguaje fragmentario que aporta escasas pistas al espectador.