Image: Marc Quinn

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Marc Quinn

Arte en el mundo

15 septiembre, 2005 02:00

"Alison Lapper Pregnant". Fourth Plynth, Trafalgar Square, Londres.

Durante los próximos dieciocho meses el Fourth Plynth de Trafalgar Square estará ocupado por Alison Lapper Pregnant, la esperada escultura del británico Marc Quinn.

Marc Quinn tuvo que superar a duros contrincantes para acceder al Fourth Plynth, el gran pedestal de la plaza de Trafalgar que está vacío desde el siglo XIX (estaba prevista una gran estatua ecuestre pero se cayó la financiación) y que ahora está destinada a la intervención por parte de artistas contemporáneos. Entre los finalistas estaban nombres de la talla de Thomas Shötte o Sarah Lucas. Quinn ha pasado los últimos meses en una cantera en Pietrasanta, cerca de Pisa, en la Toscana italiana, trabajando en un proyecto mastodóntico, una estatua de tres metros y medio de altura y once toneladas realizada en mármol por cuatro artesanos italianos, bajo la dirección del artista.

La obra de Marc Quinn representa a una mujer sin brazos embarazada. No es, como es evidente, el tipo de figura que uno podría esperar ver en un pedestal de Trafalgar Square, o de cualquier plaza, dedicada habitualmente a reyes y emperadores, de pie o a caballo. La mujer es Alison Lapper. Alison nació en 1965 sin brazos y sin rodillas, sus pies unidos a la cintura por un solo hueso. Alison ha pasado gran parte de su vida en lugares especializados, rodeada de gente con malformaciones parecidas. Como cuenta en un libro de próxima publicación, desde muy joven comenzó a interesarse por el arte. Cuando llegó a Londres en 1984 tenía 19 años y se sentía convencida y capaz de estudiar una carrera de arte y de traspasar las fronteras que su propia incapacidad le imponía. Con veinticinco años tenía un A-Level en Arte y "todos los cursos imaginables". Las cosas fueron bien, hubo mucha gente que empezó a interesarse por su trabajo y surgieron exposiciones en varias galerías. En 1999, un nuevo obstáculo, a priori, se cruzaba en su vida. Alison se quedó embarazada.

Por esa época, el artista Marc Quinn, uno de los artistas británicos más importantes del momento (recordarán que realizó bustos con su propia sangra coagulada), que en España realizó una individual en la galería La Fábrica el pasado año, estaba trabajando con el tema de la discapacidad. Quinn trató de entrar en contacto con Lapper a través de un amigo común. Lapper no lograba entender qué interés podía tener la representación escultórica de su cuerpo pero Quinn lo tenía bien claro. El artista opinaba que en la estatuaria clásica se había creado un ideal de belleza a partir de la fragmentación de los miembros, de la caída, fundamentalmente por la acción del tiempo, de brazos y piernas. Quien pensaba que ese ideal de belleza no debía circunscribirse estrictamente a la acción del tiempo sino también a otro tipo de razones como las malformaciones. A Alison le gustó la idea pero pensó que Quien se echaría atrás cuando le dijera que estaba embarazada de siete meses. El artista, sin embargo, sintió tal fascinación al respecto que pocos días después mandó un coche a recoger a Alción para hacer un vaciado de su cuerpo.

Seis años después, la esculura está a punto de ver la luz. Siempre interesado por el cuerpo, Quinn analiza aquí diversas nociones de belleza y, sobre todo, da una vuelta más de tuerca en su reflexión sobre escultura monumental y escultura pública. Quinn admite que las esculturas tradicionales se erigen para conmemorar eventos o vidas pasadas. Y siempre son representados desde una visión de fortaleza y triunfo. Alison Lapper tiene una grave incapacidad pero se ha subido al gran pedestal vació y aquí lo que se conmemora no es su pasado sino el futuro del niño que espera.