Arte internacional

Light Art from Artificial Light

Arte en el mundo

17 noviembre, 2005 01:00

ZKM, Karlsruhe. Alemania. Hasta el 5 de enerowww.zkm.de

Otra ambiciosa exposición la que inaugura el ZKM alemán, dedicada esta vez a la luz eléctrica no sólo como medio sino como fuente estética, con 340 trabajos de 230 artistas que cubren 100 años de historia del arte.

No es la primera vez que hablamos del ZKM (Zentrum för Kunst und Mediantechnologie) de Karlsruhe, uno de los centros que con más acierto examinan las fronteras formales y conceptuales del arte de hoy, dirigiéndose hacia territorios muchas veces insólitos. Su director Peter Weibel es el responsable de exposiciones de referencia como Iconoclash en 2002 y otras como la más reciente Banquete, de 2003, que itineró a dos espacios de Madrid (Conde Duque) y Barcelona (Palau de la Virreina), o Making Things Public, deudora de Iconoclash, que cerró el pasado mes de octubre después de siete meses de exposición. Weibel lleva ya muchos años desafiando el mainstream curatorial con exposiciones de tesis centradas en la relación del arte con otras ramas de la cultura o la cotidianeidad: el arte y la ciencia, el arte y la comida o, como ahora, el arte y la luz eléctrica.

La luz como activador fundamental de la visión, de lo visible. Weibel parte de este tipo de nociones básicas para explicar el alcance tremendo de la luz eléctrica, su condición de elemento indispensable en el devenir cotidiano. Pero también su capacidad para dar forma a las ciudades de hoy. Porque vivimos en, como dice Weibel, “ciudades y jardines de luz”. Por eso en Light art from artificial light vemos bombillas, tubos de fluorescentes, neones, focos, LEDs…todas las formas posibles que la luz ha adoptado en el arte de los últimos 100 años. En este último siglo hemos pasado de la representación ilusionista de la luza la aplicación de la luz en sí misma porque es hoy, indudablemente, el elemento que modela nuestro entorno.

La exposición reúne 340 trabajos de 230 artistas y se despliega por los tres pisos del centro. Tiene un recorrido cronológico que comienza en los años veinte con los filmes de Viking Eggeling y Walter Ruttmann y enlaza con los neones utilizados por Gyula Kosicea y con una luz negra de Lucio Fontana de finales de los cincuenta. Más adelante la muestra indaga en las posturas más clásicas de artistas como James Turrell o Dan Flavin. Ya en época contemporánea, observamos trabajos de Oliafur Eliasson, Sylvie Fleury o Carsten Holler, que últimamente parece en racha, incluido en varias colectivas a la vez. El centro ha querido que los trabajos se expongan en penumbra, erigiéndose, ellos mismos, en la única fuente de luz.

El ZKM propone, además, durante la exposición, un complejo juego de luces en el exterior del centro. Aprovechando la época -las noches son las más oscuras del año- se podrán ver instalaciones de luz. Si el tiempo lo permite, desde la torre de la antigua fábrica de armas se proyectará un inmenso chorro de luz que llega a alcanzar 18 kilómetros a través del espacio urbano de Karlsruhe.