Arte internacional

SUPERSTARS The Celebrity Factor. From Warhol to Madonna

Arte en el mundo

24 noviembre, 2005 01:00

Sam Taylor-Wood, "Crying Men. Laurence Fishburne", 2002. Jay Jopling / White Cube, Londres

Kunsthalle & BA-CA Kunstforum, Viena. Hasta el 22 de febrero.www.kunsthallewien.at

Dos grandes instituciones vienesas comparten una ambiciosa producción sobre artistas e iconos, sobre ídolos y famosos. La lista de artistas es ingente. Beuys, Cautelan, Fleury, Gursky, McCarthy, Sherman&hellip

Un proyecto de altura este que organizan la Kunsthalle de Viena y el BA-CA Kunstforum, con cinco comisarios de ambas instituciones. Para que se hagan una idea de cómo se hacen las cosas en Europa, el día de la inauguración de la exposición se podía asistir a n concierto de Antony and the Johnsons. Esta es una exposición que plantea dos ideas centrales: de un lado cómo los artistas adoptan para sus trabajos posturas formales propias del mundo de la música o el cine o la moda, campos de procedencia habituales de las superestrellas, y, a la vez, cómo los artistas se convierten, metafórica o literalmente, en esas mismas estrellas con parecido o similar gancho mediático. De entre el primer grupo podríamos destacar a artistas como Jeff Koons, presente en esta muestra, o en las Guerrillas Girls, que en la entrada del Arsenale en la recién clausurada Bienal de Venecia se erigían en grandísimas estrellas de cine en sus grandes cartelones anunciantes de películas. De entre los segundos debemos, por fuerza, subrayar la enorme figura de Andy Warhol, germen conceptual de esta exposición, o a otros artistas que se instalaron en “otra” altura, otro nivel, como Joseph Beuys o Marcel Duchamp.

De este modo, SUPERSTARS The Celebrity Factor. From Warhol to Madonna explora un buen número de vertientes de este fenómeno de la fama. La del artista como personaje público de primer orden a través de trabajos de esas mismas estrellas (Picasso, Dali, Duchamp, Warhol, Beuys…) pero también de personajes que adquieren fama no por una larga, consolidada e influyente trayectoria sino por su capacidad mediática como artistas, su “saber venderse”. Vienen a la cabeza, en este sentido, las fructíferas estrategias que han venido utilizando los YBA –en la exposición está incluida Tracey Emin, no tanto, quizá, por ese saber venderse sino por esa idea de “chica mala” del arte inglés que la ha rodeado siempre-. Está también tratado el tema de los artistas contemporáneos que se apropian de material de gran calado mediático como herramienta de trabajo (la estupenda pintoraElizabeth Peyton, entre otros) y, también, como no podía ser de otra forma, el hecho de que los artistas trabajen con los grandes logos publicitarios que asolan nuestras ciudades contemporáneas, los grandes emblemas de nuestro tiempo. La exposición explora otros rincones como los artistas que emplean símbolos del mundo del fetichismo y el consumismo (los zapatos de Sylvie Fleury) y está también presente la alusión a los grandes mitos: Marylin, y la Mona Lisa, el cuadro más famoso de la historia.

Esta gran exposición explora un tema que es evidentemente central en la contemporaneidad pero también deja alguna reflexión interesante. De un lado, cómo el mercado se ha introducido de tal forma en la esfera del arte (algo que en el mundo de la música de ha convertido en un fenómeno alarmante) y, por otro, cómo todo este mundo de la fama no hace sino dejar constancia de la vacuidad del mundo en el que vivimos.