La obra de ángela de la Cruz sólo ha obtenido el reconocimiento que se merece de forma reciente. Culturgest, uno de los centros más interesantes de la capital portuguesa, le dedica ahora una exposición.

ángela de la Cruz vive en Londres donde trabaja con la galería Lisson, una de las más prestigiosas de la ciudad. Desde hace años ha venido trabajando en torno a la exploración del espacio pictórico en una práctica que se encuentra a medio camino entre la pintura y la escultura. Pero en España no hemos tenido ocasión de conocer su trabajo en profundidad. Han sido únicamente dos las instituciones que se han decidido a mostrar su trabajo, el MARCO de Vigo y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, para las que ha presentado el mismo proyecto, Larger than life, una gran pieza que fue presentada por vez primera en 1998 en el Royal Festival Hall de Londres.

ángela de la Cruz divide su trabajo en grupos y todos están presentes en esta exposición que ha comisariado el joven crítico portugués Miguel Wandschneider. Están los "Everyday Paintings", grupos de obras que forman un diálogo en el espacio expositivo, entre los que destacan Ashamed, una de sus primeras grandes obras -grandes en el sentido de importantes pues es un trabajo de pequeñísimo formato-, presente en esta exposición lisboeta. Ashamed (avergonzado), como su propio nombre indica, es una pintura sutil y discreta que se dispone en uno de los ángulos de la galería y pasa casi desapercibida para el público. Es una obra que contrasta con la enorme grandilocuencia de muchas de sus obras recientes (Larger than life, sin ir más lejos). Otro grupo de trabajos son "Site-Specific Paintings", que son piezas realizadas ex profeso para los diferentes espacios en los que trabaja; los "Commodity Paintings", piezas que hacen referencia a una idea de secuencia, de serialidad; los "Recycled Paintings", en lo que se usan materiales que ya han sido utilizados en alguna ocasión anterior y, finalmente, los "Still-Life Paintings", naturalezas muertas que incorporan objetos del acervo cotidiano.

Una de las características fundamentales del trabajo de la artista nacida en La Coruña es la tensión que se genera entre la obra y el espacio. Su obra es una reflexión sobre el discurso pictórico que va desde la modernidad hasta la actualidad y, por tanto, se encuentra en el centro de la eterna e incómoda posición de la pintura, que se ha visto sometida a todo tipo de vejaciones en la segunda mitad del siglo pasado. Pero ángela de la Cruz no ha optado por la utilización de lenguajes tecnológicos para revitalizar su medio de trabajo. Su pintura es más bien una suerte de diálogo consigo misma, un ejercicio de "tiras y aflojas" en el que el espacio pictórico se entiende como verdadero campo de batalla. ángela de la Cruz se apunta al ya extenso grupo de pintores que trasciende los formatos habituales para adaptarse a los espacios de exposición, práctica que desarrollan muchos artistas en la actualidad y muchas pintoras, también, como Katarina Grosse o Jessica Stockholder. Es el único nombre español que integra la nómina de artistas en Vitamin P, uno de los libros-estrella, tan de moda en nuestros días, de Phaidon Books.