Lorna Simpson está considerada como una de las artistas más relevantes de su generación. Por eso el museo de Arte Contemporáneo de Los ángeles le dedica una amplia exposición.

Una retrospectiva de mitad de carrera (mid-career survey), como lo llaman los anglosajones, es lo que se puede ver en el espacio californiano, una exposición que cubre veinte años de trayectoria. Organizada por el American Federation of Arts y comisariada por una de sus curators, Helaine Posner, la muestra viajará más adelante al Miami Art Museum, al Whitney Museum of American Art, al Kalamazoo Institute of Arts de Michigan y al Gibbes Museum de Charleston, en Carolina del Sur. Lorna Simpson no es muy conocida en nuestro país. Tan sólo hemos tenido ocasión de ver su obra en el proyecto "Compostela" organizado por Miguel Fernández-Cid para el Centro Galego de Arte Contemporánea de Santiago en 2004. Entonces, presentó su vídeo "Corridor", también presente en esta muestra.

Lorna Simpson nació en Brooklyn en 1960 y comenzó a ser conocida a mediados de los años ochenta con obras en blanco y negro en las que combinaba texto e imagen que entonces la situaron como una importante figura de la fotografía conceptual. Para satisfacer su creciente necesidad de acoplar su fotografía a los presupuestos de la época, Simpson fue virando hacia la temática que hoy sustenta su trabajo, el cuestionamiento de valores como la identidad, el desplazamiento cultural, el género, la historia y la memoria a partir de la figura de la mujer afro-americana.

Además de "Corridor" se podrán ver otras cinco instalaciones de cine realizadas entre 1997 y 2004 además de sus conocidas fotografías sobre fieltro y sus piezas de texto e imagen. Pero "Corridor" es un aliciente muy importante. La obra, realizada en 2003, ejemplifica muy claramente muchas de las virtudes del trabajo de Lorna Simpson, en especial esa idea de confrontación, de dualidad, presente en muchos trabajos. En este trabajo, realizado en 2003, Simpson propone un enfrentamiento temporal en el que se dan cita nociones de carácter histórico relativas a la vida de la mujer afro-americana en el contexto de Nueva Inglaterra, con todos sus condicionantes de tipo social y religioso, y planteados a través de la arquitectura. Si uno de los contextos se sitúa en Coffin House, construida por los protestantes recién llegados a Nueva Inglaterra y la mujer se encuentra inmersa en el típico entorno vermeriano, el otro nos emplaza a Gropius House, en la que el arquitecto pasó buena parte del final de su vida, donde una mujer de los años cincuenta, con el jazz como telón de fondo, realiza igualmente sus labores cotidianas. Es un trabajo en el que se han suprimido los diálogos característicos de obras anteriores como "Call Waiting", también incluida en esta muestra, en la que hay conversaciones entre dos personajes que se suceden en enigmáticos movimientos elípticos.