Arte internacional

Los Carpinteros

Arte en el mundo

4 mayo, 2006 02:00

Contemporary Arts Center, Cincinatti. EE.UU. Hasta el 30 de juliowww.contemporaryartscenter.org

El Contemporary Arts Center de Cincinnati inaugura una exposición de Los Carpinteros, un colectivo cubano que es de lo más interesante de su país.

Formado por Alexandre Arrechea, Marco Castillo y Dagoberto Rodríguez, Los Carpinteros empezaron a trabajar juntos en 1991, un momento muy especial en la historia más reciente de Cuba. Se empezaba a producir un proceso de contracción socio-económico y la situación política mantenía divididos a los artistas. Muchos creadores jóvenes empezaban a ocupar el espacio dejado por otros artistas que habían decidido marchar a España, México o Estados Unidos. En este contexto, en 1990, los tres artistas entran en contacto con los responsables del Instituto Superior de Arte y en especial con René Francisco Rodríguez, cuya enseñanza abre un camino que nace de la revalorización del trabajo artesanal de la arquitectura colonial cubana en un momento en que se hacían trabajos importantes de restauración de La Habana Vieja. Los Carpinteros pronto se sintieron cómodos entre la tradición artesanal y el arte, un territorio ambiguo aún por explorar, un territorio inédito.

Esta "mid-career retrospective" organizada por el Contemporary Arts Center de Cincinnati es la primera gran exposición del grupo en un museo y es una buena oportunidad para conocer su trabajo en perspectiva. En España nunca han expuesto pero la Colección ARCO adquirió una pieza hace unos años. En esta muestra norteamericana se podrán ver trabajos tan importantes en la carrera de Los Carpinteros como "Transportable City", realizada para la Bienal de La Habana de 2000, un conjunto de maquetas de edificios realizado en aluminio, madera y tejidos, que representan edificios conocidos de la capital cubana. Pero muchas de las obras de Los Carpinteros están determinadas por el profundo contraste existente entre la perfección técnica de los objetos y muebles que realizan y su condición inservible. Muchos de estos artefactos realmente no sirven para nada, es imposible que ejerzan su función. Hay un ánimo utópico en muchos de estos trabajos, y un alto e ingenioso nivel paradójico. En Cincinnati se podrán ver torres de vigía a las que la gente sube sencillamente para charlar, mesas cuyas superficies sólo contienen agua o un sembrado de café cuyas plantas son cafeteras. Y no falta un toque de conceptual, que en América Latina siempre tuvo un aroma social, un arte conceptual que sale a la calle y se aleja de las tramas auto-referenciales del arte para volcarse con los problemas de la sociedad. Más que insistir en las propiedades del objeto desmaterializado, se trata de conectar sensorial y terrenalmente con el espectador.

En los últimos años, Los Carpinteros han venido inventando nuevos objetos, muchos de ellos domésticos o al menos de uso común como un sofá de comodísimas apariencia que en vez de cojines tiene fogones de cocina. Los Carpinteros no siguen la ortodoxia de la escultura tradicional cubana. Se encuentran entre la artesanía y el folclore. Y a pesar de la perfección técnica, se encuentran lejos del diseño. Un colectivo inmerso en el contraste, en la frescura de la paradoja.