Thomas Ruff es posiblemente el fotógrafo más relevante de la famosa escuela alemana de los noventa. En Venecia se puede ver desde hoy la primera retrospectiva en Italia.

Es curioso que uno de los fotógrafos más importantes que trabajan ahora no tuviera, en su juventud, ningún interés en convertirse en artista. Thomas Ruff llegó a Dusseldorf para estudiar fotografía en 1977. Venía de un pueblecito del sur de Alemania y ha contado en repetidas ocasiones que no tenía ni idea de arte contemporáneo. Los Becher, artífices de buena parte del éxito de la fotografía alemana de los noventa, habían ingresado en la Academia de Dusseldorf el año anterior. Para Ruff fue una absoluta sorpresa ser admitido en la Academia. él sólo pretendía convertirse en fotógrafo, viajar mucho y tirar fotos bonitas de gente guapa…

Ruff es escéptico ante el término "Escuela de Dusseldorf". Cuenta que cuando comenzaban a trabajar eran unos cuantos artistas dispersos y no había ninguna intención de crear un grupo. Lo único que les unía era la intención de practicar una fotografía no comercial, con una inclinación hacia una imagen limpia y precisa, de cierta raíz arquitectónica, siguiendo el ejemplo de la Neue Sachlichkeit de los años veinte. Pero eso es todo. Cuando Ruff comenzaba Struth estaba en Estados Unidos y Hötte era mayor que él y no mantenían demasiado contacto. La única persona con la que tuvo cierto trato fue Candida Hüfer y otros alumnos de otros profesores como Richter o Klaus Rinde.

Esta exposición que le dedica La Fondazione Bevilacqua La Masa (que ya dedico una muestra a Philip-Lorca di Corcia y programa otra exposiciones de fotografía dedicada a Yasumasa Morimura) cubre todas las etapas de su trayectoria y es la primera retrospectiva del artista en Italia. Tendrá lugar en los dos espacios pertenecientes a la Fundación: el palazzetto Tito y la galería de San Marcos. Así, se pueden ver los retratos que le hicieron famoso -deriva lógica de la experimentación en torno a los retratos del siglo XIX-, las series de Ojos azules, las estrellas, los desnudos -imágenes que baja de Internet y que pasa a soporte fotográfico- y las máquinas y los "jpgs", que presentara en la pasada edición de la Bienal de Venecia, en la exposición de María Corral.

La fotografía de Thomas Ruff se caracteriza por su persistente experimentación en torno a las propiedades del medio. Se aleja de la fotografía documental pues es consciente de que la fotografía sólo puede alcanzar la superficie de las cosas. Por ello presta especial atención a la manipulación de esa imagen ya obtenida, a la postproducción.