Es uno de los artistas emergentes más interesantes de Francia. La Whitechapel Art Gallery de Londres le dedica una importante exposición individual.

Pablo Pijnappel es insultantemente joven. Nació en París en 1979 y tiene ascendencia brasileña. Ahora mismo se encuentra becado en la Rijksakademie de ámsterdam y divide su tiempo entre la ciudad holandesa y Berlín. Su trabajo puede verse en la colectiva "Electrones libres" que, comisariada por Carolina Grau, puede verse estos días en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea de San Sebastián. Pronto volverá a estar de actualidad pues será el representante de Slovakia en la inminente Bienal de Venecia. Está representado, entre otras, por la prestigiosa galería berlinesa Carlier Gebauer.

En esta exposición londinense, Pijnappel presentará una serie de trabajos nuevos como "Walderado", un film rodado en Brasil y Japón que rastrea el camino recorrido por su padre por y entre los dos lugares. Siguiendo la línea de otras piezas como "Felicitas" o
"Andrew Reid", el artista francés continúa trabajando en torno a la biografía, la historia familiar y la cualidad narrativa que de ellas dimanan. Para ello, Pijnappel trabaja con material encontrado y con material que él mismo produce. A través de su obra vemos imágenes que nada tienen que ver unas con otras pero que el artista ensambla para crear sorprendentes conexiones. Su trabajo no documenta eventos ni aporta dato alguno. Sencillamente trata de capturar momentos y tejer redes de imágenes y narrativas. El resultado es un complejo entramado de realidades que no distinguen entre realidad y ficción ni entre pasado y presente.

En "Walderedo", el artista traza dos historias simultáneas. En una de ellas se cuenta un viaje del propio artista para visitar a su padre en Japón. La otra narra la vida de su abuelo, un importante psicoanalista que se movía hábilmente por los círculos intelectuales y artísticos. El trabajo habla de las raíces y el desarraigo, de la identidad cultural y el desplazamiento. Pero también de las relaciones que se mantienen, de los sueños y aspiraciones de los protagonistas. Pijnappel rodó en muy diversas localizaciones que funcionan como un collage que enmarca la historia.

En otro de sus trabajos, "Andrew Reid", la obra que se puede ver ahora en San Sebastián, el artista traza un relato de su abuelo desde dos perspectivas distintas. En una de ellas se oyen fragmentos de conversaciones entre el artista y su padrastro, Andrew Reid, en la que se habla de la posibilidad de que éste viaje a Holanda para participar en la obra. En la otra se ven secuencias de la vida de Reid, grabadas en su ausencia, que parten de anécdotas rayanas en lo absurdo y que se mezclan con imágenes de algunos clásicos del cine como Fitzcarraldo o Taxi Driver.