Damián Ortega es una de las grandes figuras del arte realizado en México. En Inglaterra ya están muy al tanto de su trabajo. Trabaja con White Cube y ahora Ikon Gallery le dedica una individual.

Cualquier aficionado al arte contemporáneo recordará la pieza "Cosmic Thing" que Damián Ortega presentó en la Bienal de Venecia de 2003. Enmarcada en "Lo Cotidiano Alterado", comisariada por Gabriel Orozco para una de las zonas del Arsenale, era un VW Beetle real desmontado en múltiples partes y alzado en el aire por medio de finísimos cables que colgaban del techo. Era una alusión al "coche del pueblo" que impulsaron los Nazis y que ahora se produce en México, donde es inmensamente popular. Fue la pieza que situó al artista mexicano (1967) como punta de lanza de una generación de artistas que, tras el enorme éxito de Orozco (1962), comenzaban a irrumpir en el circuito internacional. Y, por supuesto, la imagen de "Cosmic Thing" dio la vuelta al mundo.

Damián Ortega comenzó su carrera como caricaturista de temas de política en periódicos y revistas mexicanas. Es lógico que de esta disciplina haya heredado el rigor político y el sentido lúdico y a la vez crítico que desprende su trabajo. Trabaja con todo tipo de materiales y soportes, incidiendo en una relectura de lo cotidiano a través de sus alteraciones y transformaciones. Para la galería londinense White Cube, que le representa en el Reino Unido, planteó un recorrido en el parque de la plaza de Hoxton, donde se encuentra la galería, por formas escultóricas de gran tamaño. Era una experiencia que privaba al visitante del significado, pues éste sólo era posible entenderlo desde la ventana del piso superior del centro (Inside the White Cube), desde la que se leía la palabra "Spirit" formada por dichas formas escultóricas. Con esta pieza, Ortega jugaba con conceptos de ilusión óptica y física al tiempo que la pieza proyecta ideas relacionadas objeto, la imagen, el signo y el espacio.

El proyecto que ahora presenta en espacio de IKON en Birmingham juega también con la materia, el concepto de escultura en el arte de hoy y, al mismo tiempo, con referencias a cuestiones geopolíticas, siempre presentes en su trabajo. El proyecto se ha realizado a partir del estudio de la industria local de Birmingham que el artista conoció en uno de sus site-visits. Ortega encontró un tipo de plancha de cobre muy fino y, por lo tanto, fácilmente maleable, en una fábrica que estaba a punto de cerrar. Al artista parecieron interesarle ciertas propiedades del material y algunas de las connotaciones que le ofrecía el lugar donde lo había encontrado. Así, Ortega ha creado para Ikon una serie de esculturas a partir de rollos cilíndricos que sugieren paisajes futuristas, con horizontes ondulados y torres que se prolongan hacia lo alto como si fueran rascacielos. Y aunque la apariencia es la de esculturas con un acabado certero, las piezas no pierden ese aspecto de material virgen, sin tratar, que alude al pasado de la ciudad y su futuro. No es un tipo de escultura estática la que persigue el artista, es más bien una estructura dinámica. Un trabajo suyo anterior es altamente esclarecedor a este respecto: un obelisco, símbolo de la arquitectura egipcia, tan proclive a lo imperecedero, se mueve con sus pequeñas ruedas con sólo empujarla levemente.