Image: Hans-Peter Feldmann

Image: Hans-Peter Feldmann

Arte internacional

Hans-Peter Feldmann

Arnolfini, Bristol, UK. Arnolfini, Bristol, UK

13 diciembre, 2007 01:00

Hans Peter Feldmann.

Hasta el 20 de enero

Uno de los grandes artistas que ha dado Alemania en la segunda mitad del siglo XX expone en las salas de la Arnolfini de Bristol.

Nacido en 1941 en Dusseldorf, Hans-Peter Feldmann es una de las más destacadas figuras del panorama artístico europeo. Arnolfini, la institución más importante de la ciudad inglesa de Bristol y uno de los centros más interesantes del Reino Unido, le dedica ahora una individual que será la más importante realizada en las Islas en torno al artista. Una de las características fundamentales del trabajo de Feldmann es su aparente sencillez, la escasa pretenciosidad formal de sus obras. Desde muy joven se interesó por el estatus de la imagen fotográfica y éste se convirtió en asunto primordial de su quehacer. Comenzó a formarse en una época de transición en su país, entre los difíciles años de la posguerra hasta los días felices del renacer económico de los sesenta. Durante esos años, la llegada masiva de imágenes procedentes de Estados Unidos y que pretendían llenar el vacío moral existente en Alemania se convirtieron en material de trabajo para los artistas. éstos despreciaban esas imágenes idealizadas, estereotipadas y rebosantes de falsedad, de temas que supuestamente no ocurrían en Alemania, porque Alemania no era un país que pudiera generar felicidad sino conflicto y dolor. Así que los artistas alemanes, y Feldmann entre ellos, no sólo comenzaron a actuar en contra de la circulación enorme de esas imágenes sino que quisieron trabajar sobre el carácter y la naturaleza de la fotografia.

Hans-Peter Feldmann tiene una relación muy particular con la realidad. Suele utilizar una frase que tomó de Check Berry quien habla sobre la imposibilidad de transmitir la experiencia tal y como es porque es la mente de cada uno la que reelabora convirtiéndola en ficción. Esa idea de que construimos individualmente la realidad a través de la mente es básica en su trabajo. Es así como empieza a coleccionar y cómo el hecho de coleccionar se convierte en actividad central a lo largo de su trayectoria. Desde juguetes de hojalata hasta artilugios mecánicos pasando postales y todo tipo de chismes, Feldmann ha coleccionado de todo. Pero son las fotografías lo que componen el gran archivo del artista. Tomadas de libros, revistas periódicos y álbumes familiares, agrupa las fotografías bajo temas. Porque a Feldmann no le interesa la imagen per se, sino el mundo que abre al agruparlas. Si la imagen en sí misma podría constituir un enunciado, al combinarlas con otras se produciría una narración. Y es esta narración la que nos ofrece una realidad distinta.

Hay en la muestra muchos ejemplos de esa voluntad investigadora en torno a la naturaleza de la fotografía. Durante años ha realizado proyectos que investigan sobre cómo percibimos las imágenes. En una línea no opuesta a la de 101 años, envió postales de diferentes meses del año a las direcciones que formaban el mailing de la galería. Pero sólo mandó 11, indistintamente, y así nadie poseería el año completo. Hay un punto de ironía que se mezcla con la constante sencillez de sus trabajos. Y es ésta la que convierte a menudo su obra en una bomba de relojería. Del mismo modo envío a sus amigos imágenes pornográficas en la que aparecía él con dos mujeres. Se trataba de analizar cómo reaccionamos ante este tipo de imágenes cuando el protagonista es alguien que conocemos.

En este sentido, esta exposición de Bristol, al suroeste de Inglaterra, tiene el acierto de mostrar algunos de estos grupos de imágenes. Se podrán ver grupos de imágenes de camas deshechas, una mujer hablando por teléfono en una cabina, la vista desde la ventana de su casa, o imágenes de la radio del coche cuando suena una canción del gusto del artista… Son imágenes aparentemente anodinas que probablemente fueran reunidas en pequeños libretos igualmente sencillos. Estará también presente su obra 101 años, en la que reúne 101 retratos de su familia y amigos realizados por Feldmann de edades comprendidas entre 1 y los 100 años, una bellísima elegía a su gente viva y ya muerta y del implacable paso del tiempo.

Se respira un ambiente de enorme sencillez en esta exposición, con una obra lúdica que es una celebración de los corriente. En ella también se incluyen sus Wunderkammer, gabinetes de curiosidades llenos de objetos cotidianos, desde anteojos a tarjetas de crédito.