Galería Juana de Aizpuru. Sevilla. Zaragoza, 26. Hasta el 24 de abril. De 200.000 a 900.000 pesetas
Rafael Agredano (Córdoba, 1955) forma parte de esa pléyade de artistas andaluces que, desde principios de los años ochenta, dinamizaron los ambientes artísticos nacionales, poniendo una nota distinta al normal desarrollo de una plástica que entraba en unos desenlaces tremendamente parecidos. La exposición -segunda individual que realiza en esta galería- nos introduce por los intrincados y esclarecedores territorios del dibujo, desde donde plantea un proceso de acumulación de datos extraídos del pozo sin fondo de la memoria. En su obra descontextualiza la representación y crea un entramado compositivo desde las bases de un dibujo que le permite la formulación de un complejo simbólico donde los signos, provenientes de un contexto social cercano, se superponen a las imágenes creando una ambientación provocadora que cuestiona o mediatiza en gran parte la identidad del hecho representado. La realidad cotidiana, el entorno cultural y todo un extenso abanico de asuntos inmediatos a ese transcurrir urbano tan lleno de posibilidades, encuentran eco en una pintura donde lo irónico desempeña su más absoluta potestad artística y significativa. Rafael Agredano es, sin duda, uno de los nombres con más interés de la plástica andaluza de los últimos años.