Image: Catherine Lee

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Exposiciones

Catherine Lee

20 septiembre, 2000 02:00

Double Cross, 1991

Galería Carles Taché. Consell de Cent, 290. Madrid. Hasta finales de octubre. De 250.000 a 16.000.000 pesetas

En su primera exposición en España, Catherine Lee (Pampa, Texas, 1950) exhibe una panorámica de su obra, aunque su trabajo más significativo consiste en la utilización de una suerte de planos o superficies de poco grosor que presenta adosados a la pared, ya sea articulando series de una misma pieza con pequeñas variantes, ya construyendo una composición a partir del ensamblaje o combinación de diferentes planos.

El punto de partida de Catherine Lee son aquellas corrientes de origen americano de los años 60, que como el minimal, se mostraban voluntariamente autolimitadas, rechazaban la expresión y sometían a la obra a un proceso de reducción formal límite. Se renunciaba a principios tan importantes del arte tradicional como el de significado, de lectura, de símbolo, de composición. Se buscaba en cambio una suerte de esencialidad o especificad de los lenguajes. De ahí, por ejemplo, que se utilizaran sistemas de repetición como las series que rompían con la noción de lectura y composición; con la serie -repeticición de una misma forma- no hay ni principio ni fin, la obra se expresa como una simple presencia. Otro ejemplo que también se relaciona con el trabajo de Lee: las telas cortadas según el motivo (Shape Canvas), de manera que desa- parecía la noción de marco y con ella el principio de visibilidad, porque el formato tradicional es un elemento organizador de la mirada. Sin embargo, posteriormente, las generaciones que se formaron en este contexto, como Lee, han ampliado y han llevado más allá este tipo de experiencias. Así, en vez de aquella búsqueda de la especificidad del lenguaje, nos propone un mestizaje de géneros y procedimientos, y es que uno no sabría como calificar su obra, entre la escultura y la pintura, entre la forma volumétrica, el color y su relación con el muro. Y más: recupera el gusto y el tacto por los materiales y colores, el matiz, la metáfora, el principio de lectura y estructura, etc. En fin, recupera la sensualidad y la cualidad formal, pero partiendo de aquellas estrategias y procedimientos, como el minimal, conscientemente autolimitados e intencionadamente inexpresivos. El resultado es de una especial ambigöedad y riqueza entre la contención y la sugerencia. Este es el sentido y la aportación de Catherine Lee.

Existe otro aspecto muy importante: ¿cuál es la dimensión metafórica de la que antes hablábamos a propósito de Catherine Lee? Posiblemente la artista lo explique de otra manera, pero estas series con sutiles diferencias o estas composiciones de planos ensamblados entre sí, se me antojan como fragmentos de un deseo, aunque ni el artista ni nosotros mismos sepamos de que deseo se trata.