Image: Juan Hidalgo, la vida como arte

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Exposiciones

Juan Hidalgo, la vida como arte

26 septiembre, 2001 02:00

Un macho más,2001

Galería Juana de Aizpuru. Barquillo, 44. Madrid. Hasta el 20 de octubre. De 400.000 a 4.000.000 pesetas

Supongo que resulta difícil deslindar la figura de Juan Hidalgo de la de ZAJ, a mi juicio, y no sólo al mío, uno de los grupos o colectivos de creadores de mayor trascendencia artística de cuantos surgieron en el panorama internacional en la década de los años sesenta. En cierto modo, quizá, porque desligarlos resulta innecesario. Juan Hidalgo permanece, en el doble sentido de la vida y del arte -"hay que practicar primero el arte como vida, dice, y segundo la vida como arte"- en la categoría ZAJ.

Aristóteles define diez nociones que permiten una clasificación en grandes grupos de los seres imaginarios o reales. Todas ellas resultan aplicables a la categoría ZAJ y por extensión a la categoría Juan Hidalgo: substancia, cantidad, cualidad, relación, acción, pasión, lugar, tiempo, situación y hábito. Añadiría yo una undécima, la idea de juego, tanto en su acepción posible de asombro infantil como en la sucesión de combinaciones o cambios de ciertas cosas.

El juego, la combinación y el cambio orientan el trabajo musical y artístico de Juan Hidalgo desde su irrupción en la escena artística en 1957. Tanto da el soporte del que se sirva, y se sirve de innumerables, ya sea la composición, la escritura, la fotografía, el uso o la apropiación de objetos, las performances, etc. Del mismo modo, la substancia de su trabajo, desde entonces hasta hoy, y quizá más acentuadamente desde los años ochenta, es él mismo, el hecho intransferible de la vida propia y de las propias obsesiones. Todo ello con el mínimo de intervención posible. Como si pretendiese hacer más aceptable el fulgor del blanco con sólo una nube de verde.
En lo que ahora muestra en Juana de Aizpuru -acciones fotográficas y objetos realizados con la colaboración de Alejandro Delgado y Fernando Márquez-, se ofrece él mismo como modelo de irónicas visiones -así, en la serie de Las 3 gafas-; altera de modo sorprendente objetos triviales o se sirve de ellos en su mera realidad, traspasada por su emplazamiento en la galería -así, las papeleras de Verde, rojo, gris, azul, amarillo-; o, en la que podemos considerar como la obra más estética de las expuestas, Las 3 cajas y Los 45 objetos, conjuga la delicadeza de las maderas elegidas con el engaño perceptivo del espectador y, una vez más, la remota evocación de la infancia en su disponibilidad como juego de construcción. Si hasta hoy Juan Hidalgo ha permanecido fiel a un código que aparentemente rehuye los significados profundos, no conviene que olvidemos que es él quien ha dado las siguientes definiciones: "El arte es como estar en casa un domingo por la mañana con sandalias, camiseta y calzoncillos. (...) Es el orgasmo continuo de la inteligencia. (...) Es el perfume de las heces fecales de los muertos".