Un misterio llamado Dora Maar
Sin título (Assia, desnudo y sombra), 1934
Dora Maar se asocia con Picasso. Efectivamente, esta mujer, de una rara belleza, fue una de las compañeras del pintor. Pero Dora Maar es más. Fotógrafa y pintora, participó en los círculos intelectuales franceses de los años 30 y se la vincula al surrealismo en las antologías de fotografía.Se ha dicho que Picasso ha oscurecido la rica personalidad de Dora Maar como aquel astro que eclipsa la luz de las estrellas de su órbita. Sin embargo yo pienso lo contrario: nadie se acordaría de Dora Maar sino se la relacionara con Picasso. Es el mundo de Picasso el que la hace emerger y reclama su atención. Y la presente exposición, que nos ofrece una visión de su trayectoria y su alcance, es la prueba de ello.
¿Cuál es el mundo de Dora Maar? Puede que mi opinión no coincida con la de algunos especialistas, pero para mí sus fotografías poseen un carácter anecdótico. Las que corresponden a su primera época, sus viajes a Tossa de Mar o Barcelona, expresan un mundo pintoresco. Obsérvese la imagen que Dora Maar descubre de Tossa, la pequeña localidad de la costa catalana: barcas, panorámicas de playas, pescadores, etc. Dora Maar es la mirada tópica. Pero, ¡cuidado!, estas fotografías están realizadas por una profesional que posee una solida formación visual. Es un trabajo de una composición impecable, formalmente bien realizado. Pero se trata de eso, de una fotografía formal, no existe un mundo detrás. Esta misma actitud la intuyo en sus fotomontajes y en sus trabajos como fotógrafa de moda y de sociedad. Apunto la idea de que entre las imágenes postales, los fotomontajes surrealistas y la fotografía de moda no existe diferencia. ¿Y como artista? La misma Dora Maar se consideraba ante todo pintora y calificaba sus fotografías de secundarias. Curiosamente, hoy en día su obra como pintora nos parece a todas luces menor ante su obra fotográfica.
Y, a pesar de todo, nadie puede negar la trascendencia de Dora Maar. Tuvo una intensa vida sentimental, fue admirada y colaboró en los círculos surrealistas... Pero creo que existe algo que se nos escapa. Tengo la convicción de que la rica personalidad de Dora Maar se ocultaba tras el formalismo de sus fotografías o tras esta boutade cuando decía que lo realmente importante era su pintura. Dora Maar se escondía de una manera intencionada. Existe un secreto bajo capas de frivolidad y esnobismo, bajo su máscara formal.
Ahora Victoria Combalía presenta esta magnifica exposición, complementada con una aproximación biográfica, resultado de años de investigación que es el estudio más exhaustivo realizado hasta ahora. Yo parto de una hipótesis diferente a la de la comisaria. Sin embargo la lectura de Combalía es una aproximación seria a ese lado que ni las fotografías, ni las pinturas muestran y no obstante sabemos que existe. Por esta razón, más allá de sus relaciones amorosas y más allá de su propia obra, Dora Maar nos atrae.