Image: Ángeles Agrela

Image: Ángeles Agrela

Exposiciones

Ángeles Agrela

27 enero, 2005 01:00

Poder, 2004

Magda Bellotti. Fúcar, 22. Madrid. Hasta el 26 de febrero. de 3.600 a 12.000 euros

La segunda individual de ángeles Agrela en Madrid tiene algo de raro desvío. En ella, ciertas formas de la cultura popular y juvenil son utilizadas para hablar del mundo de los artistas. Probablemente el origen de todo ello esté en una justa identificación de la andaluza y sus actividades con las de los boxeadores o luchadores, deportistas que asumen una férrea disciplina a la vez que una cierta separación social. A partir de ahí, que conectara con la figura del superhéroe (forzudo marginal y mítico por excelencia de hoy) resulta lógico. En esta coherente serie de obras diversas se retratan las similitudes irónicas entre los héroes de historieta o película y los artistas. La doble vida, el anonimato del ser humano frente a lo público de sus acciones, la posesión de un "poder especial" que tienen el deber de desarrollar y utilizar para el "bien" de la sociedad… todo ello sufre la conexión cómica de estas obras. Pero más que el sarcasmo, la artista emplea un sentido paródico que se origina en el campo del medio expresivo robado a la cultura pop (historietas de superhéroes, cine de serie B, lucha libre) para acabar aludiendo al mundo del arte. Tras la presentación de los referentes plásticos y culturales a cargo de una serie de vistosos dibujos con enmascarados que toman las coordenadas del cómic, y otra de fotos con superhéroes voladores, pueden verse tres vídeos (con aire de clips musicales) que corren distinta suerte plástica pero permiten a Agrela hablar con simpatía de las neurosis del artista (cierto infantilismo o inmadurez y los problemas de aceptación de la propia obra), así como criticar actitudes profesionales tales como la competitividad o la vanidad.