Image: Surrealismo y surrealismos

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Exposiciones

Surrealismo y surrealismos

París y los surrealistas

24 febrero, 2005 01:00

Yves Tanguy: Día de lentitud, 1937. Centro Pompidou, París

CCCB. Comisaria: Victoria Combalía Montealegre, 5. Barcelona. Hasta el 22 de mayo

Qué duda cabe que estamos ante una ambicosa y extensa exposición: se han seleccionado más de 370 piezas, entre objetos de arte y documentos, para presentar una suerte de panorámica del surrealismo. Porque, efectivamente, la muestra consiste en esto: un denso itinerario articulado en torno a ciertos puntos focales o preocupaciones que inspiraron esta tendencia. Curiosamente, el título de la exposición, Paris y los surrealistas, no hace honor al contenido de la misma.

Acaso hubiera sido interesante plantear la muestra en estos términos, la relación de los surrealistas con la ciudad de París: de sus lugares, del tejido de relaciones, de cómo el contexto pudo influir en la eclosión y desarrollo del movimiento, etc. Sin embargo, este aspecto está tratado en la exposición a modo de anécdota. Actualmente existe abundante biblografía sobre el surrealismo y sus protagonistas. Aquí y allí, se han hecho grandes exposiciones en torno a esta tendencia. ¿Qué aporta, pues, la presente muestra? La comisaria, Victoria Combalía, argumentaba que, a pesar de lo dicho, en nuestro país no se había realizado aún una gran exposición sobre el surrealismo. Y éste es el propósito de la muestra, elaborar una lectura de conjunto, como dice la misma Combalía, "desde dentro" y cómplice con el surrealismo. De este modo, la exposición se articula a partir de unos capítulos o temas - "Los precedentes", "La vida en grupo. Protagonistas", "El sueño", "El automatismo. El azar objetivo" y así sucesivamente- que, ilustrados por objetos de arte y documentos, trazan un trayecto sobre el surrealismo. Como profesora que es, existe una voluntad didáctica en Combalía, un afán de pasar revista a todos los temas que hemos estudiado en los manuales e historias del surrealismo. En este sentido no hay ninguna sorpresa. La suya es una aproximación estética, como las que hasta ahora se han hecho ¿Se trata de una visión académica? No. En este itinerario se muestra también una sensibililidad personal que se manifiesta especialmente en la selección de las piezas. Se han incorporado obras poco conocidas, de la misma manera que se han introducido artistas situados en los márgenes del movimiento y del arco temporal de la tendencia, pero que de algún modo expresan un espíritu surrealista... En fin, nos parece que la aportación de la exposición está en realizar este itinerario visual.

Ahora bien, ¿es posible explicar el surrealismo en un recorrido visual? No estamos seguros. En primer lugar porque las miradas panorámicas y dilatadas -como pretende esta exposición- son problemáticas: siempre hay lagunas, se cae habitualmente en la superficialidad, las cosas no se acaban de aclarar y matizar... Pero existe otro problema. El surrealismo es una manifestación heteróclita formalmente hablando; más aún, en muchos creadores proximos al movimiento, el resultado final, la noción de forma y oficio, era algo secundario. Para ellos la pintura o la escritura era un medio, no un fin. De ahí se deriva una consecuencia obvia: lo más importante del surrealismo está en el discurso, en la actitud, en el pensamiento, en el debate... no en las imágenes. Más aún, cuando el surrealismo se piensa como una actitud, una forma de pensar y vivir, detrás de la cual hay ideas de libertad sexual, creación espontánea, recuperación de la denominadas riquezas interiores, etc... Ideas que siguen más o menos vigentes.

Por esta razón tratar el surrealismo como una cuestión estrictamentamente visual nos parece insuficiente. Cuando los atentados del 11 de septiembre, Jean Clair, director del Musée Picasso de París, publicó un artículo incendiario en ‘Le Monde’ en el que asociaba el surrealismo al terrorismo. ¿Provocación? ¿Lectura desaforada? Creo que Jean Clair sólo pretendía denunciar el lado oculto del surrealismo. ¿Acaso hace falta recordar aquella célebre cita según la cual el acto surrealista más auténtico era disparar contra la masa? Frente a la convicción generalizada del surrealismo como un espíritu liberador, Jean Clair revela el dogmatismo totalitario y el oscurantismo que anida en el fondo del movimiento, en sintonía con una época que ahonda en un trasfondo irracional de dudoso signo según Clair. En todo caso la reflexión de Jean Clair buscaba desenmascarar las contradicciones y paradojas del movimiento, invisibles en el discurso ortodoxo que plantea esta exposición.