Image: Margarita Andreu

Image: Margarita Andreu

Exposiciones

Margarita Andreu

12 mayo, 2005 02:00

Vitrina, Londres, 2003

Espai Volart. Ausiàs Marc, 22. Barcelona. Hasta el 25 de junio

A lo largo de su carrera, Margarita Andreu ha trabajado un material muy particular: el cristal. En sus instalaciones, ella parecía buscar sutiles efectos de transparencias, reflejos, colores a través del vidrio… Efectos y/o disonancias, que modificaban la percepción del espacio, de ahí que su obra se haya interpretado como una reflexión sobre la percepción... ésta es también, en una línea de continuidad, la problemática que plantea en las series fotográficas que aquí presenta. Son imágenes fragmentarias de arquitecturas y espacios vistos a través de trasparencias y reflejos. ¿Qué significado tienen estos "efectos ópticos"? El cristal se ha interpretado como un símbolo de pureza, expresión de la lucidez y de la claridad. Esto es así porque esta materia es la única que permite ver a través de ella. Sin embargo, Margarita Andreu no explora la dimensión transparente del cristal, sino su cualidad contraria, la reflectante, es decir, los brillos, los reflejos y las reverberaciones de la luz, aquellos efectos fugaces y vibrantes, inasibles y confusos. Los cuentos populares ya advierten de que en las piedras preciosas, espejos o vidrios habitan otros mundos, acaso perversos. Yo intuyo que Margarita Andreu se acerca con su obra al fantasma de la mirada, que se manifiesta en este punto en que se enturbia la transparencia del cristal, esto es, cuando el cristal empieza a generar envenenados efectos ópticos. Las fotografías de Margarita Andreu son composiciones geométricas de espacios arquitectónicos -en su mayoría- deshabitados. Aparentan una segura ordenación espacial, una organización lógica del entorno. Y, sin embargo, se observa en ellos una rara frialdad. Bajo una aparente formalidad, esconden una amenaza subterránea y latente. Es el mundo de la alucinación, del vértigo, de la desorientación… que se vislumbra como un abismo en los intersticios de realidad entrevistos a través del cristal.