Image: Robert Whitman Imágenes líquidas

Image: Robert Whitman Imágenes líquidas

Exposiciones

Robert Whitman Imágenes líquidas

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22 septiembre, 2005 02:00

Fotograma de spyglass, 1976-2003

Comisaria: Iynne Cooke. Macba. Plaza del Ángels, 1. Barcelona. Hasta el 8 de enero

Robert Whitman (1935) no es un artista especialmente conocido por el gran público, a pesar de que, con sus compañeros de generación, participó activamente en los sesenta y setenta en unas experiencias que han marcado el arte contemporáneo: la performance y la búsqueda de un vínculo entre el arte y la tecnología. Manuel Borja, director del MACBA, explicaba que reivindicar a Whitman, un creador aparentemente marginal, significaba intentar redefinir los esquemas y tópicos con los que se ha escrito la historia del arte reciente.

La exposición no consiste en un recorrido antológico, sino en una selección de obras de un período concreto, 1963-1976, un momento especialmente fecundo para Robert Whitman. Sin embargo, más allá del discurso de la comisaria, Lynne Cooke, y de otras posibles aproximaciones a su obra, para mí, la muestra que se presenta en Barcelona, plantea una problemática muy determinada: se trata de una reflexión sobre el formato, sobre la pantalla de proyección y el soporte de la imagen.

Shower (1964) es literalmente un plato de ducha con cortinas y agua en el que se proyecta una imagen de tamaño natural de una mujer duchándose. Garbache Bag (1964) consiste en una bolsa de color marrón con una superficie de cristal sobre la que se exhibe una película. Bathroom Sink (1964) es una filmación del maquillaje de una mujer proyectada en un espejo sobre el lavabo que se refleja en la pared opuesta… En definitiva, lo que me interesa subrayar es que se trata de imágenes, o mejor, proyecciones de películas no sobre pantallas convencionales, sino sobre objetos que Robert Whitman reutiliza creativamente: la imagen se proyecta sirviéndose de ellos.

La obra más espectacular es Spyglass, rediseño de una primera versión titulada Film images (1960-1976). En su versión actual consiste en un círculo en el que se alternan pantallas de proyección y espejos. Los espejos multiplican hasta el infinito las imágenes inconexas de las proyecciones y de los espectadores que circulan por aquel espacio. El tema que plantea esta obra es el mismo que en las anteriores: la subversión de la pantalla tradicional.

Ahora bien, ¿qué sentido posee repensar la superficie de proyección y utilizar otros soportes más allá de la pantalla plana? ¿Se trata de ampliar el registro expresivo de la imagen? Aunque con ello no se agote ni se explique la obra de Robert Whitman, una de las aportaciones de este artista está precisamente en una reflexión sobre el "medio", es decir, en la particular manera en que se proyectan las imágenes.

En el momento que Robert Whitman está realizando estas obras -con las performances de fondo-, Antonioni rueda Blow up, Tom Wesselmann trabaja en sus assemblages, Richard Hamilton realiza sus ampliaciones y manipulaciones de fotografías de los medias, Oldenburg cambia de escala los objetos cotidianos… Es el mundo pop art que intenta escrutar la naturaleza de la imagen. Ampliar, modificar la escala, manipular los objetos y las imágenes, incorporar los artefactos cotidianos a la obra, como hacen los creadores citados, significa aproximarse a ellos desde otra perspectiva, conocerlos a fondo, saber cómo funcionan por dentro. Acaso la particular manera de proyectar los filmes de Robert Whitman responda a esta misma voluntad de explorar la imagen: contemplarla bajo otra perspectiva, en otro contexto, modifica necesariamente la percepción de la obra.

Pero hay más. Intuyo que existe una dimensión fantasmagórica. En Spyglass existe una sensación de vértigo y desorientación evidente provocada por el efecto de los espejos y la proyección simultánea en varias pantallas, que mezcla las imágenes inconexas con sus reflejos y sombras. Aquella convención de que la imagen posee un formato fijado y de que entre espectador y obra hay una distancia desaparece por completo. Pero también los objetos en los que se proyecta la imagen parecen como desmaterializados o habitados por un fantasma. Yo no sé si este fantasma es el interior mismo de los objetos, porque están absolutamente vacíos, porque son pura superficie bañada por una proyección de luz exterior.