Exposiciones

Juande Jarillo

26 enero, 2006 01:00

Pendiente, 2005

Joan Prats. Rambla de Cataluña, 54. Barcelona. Hasta el 28 de febrero. De 1.000 a 5.000 e.

Acaso consciente o inconscientemente exista un mensaje de malestar en la obra de Juande Jarillo. En esta exposición presenta obras muy diversas y aparentemente es difícil encontrar un hilo argumental. Y, sin embargo, todo su trabajo -de una manera casi inadvertida y casual- alude a una realidad que ha dejado de ser comprensible, plena y diáfana. El mundo de Juande Jarillo es un mundo extrañado. Las series más evidentes son aquellas fotografías que presentan un desajuste de niveles. En éstas se reproducen verosímil y exactamente las apariencias, pero, a través de procedimientos digitales de manipulación, se introduce un elemento delirante: planos inclinados que rompen con la coherencia de la imagen. ¿Simple gag, por lo demás, bastante elemental? Es posible, pero no puede pasar desapercibido que esta disonancia, esa imagen absurda, expresa la idea de pérdida de la percepción del mundo como un sistema coherente y racional. Juande Jarillo lo expresa con un particular distanciamiento. Su frialdad y su autismo participan de esa mirada contemporánea que ha perdido la confianza en una relación diáfana y congruente con las cosas. Ahora la vida aparece obtusa, opaca, silenciosa… Las otras series y trabajos de vídeo que acompañan estas fotografías, directamente o indirectamente, inciden en esta reflexión: asociaciones de objetos nimias, gestos de sorpresa vacíos, ironías que aluden a la representación digital y a la representación (como es el caso en que una lechuga marchita que se asocia a un carrete de fotografía de una marca comercial del mismo color)… El recorrido de la exposición es un itinerario por el absurdo, el absurdo entendido como enajenación y tristeza.