Exposiciones

La mirada surrealista del realismo

Miradas Paralelas

13 julio, 2006 02:00

Tino Petrelli: Los niños van a la escuela por "vía aérea", Giuglia, 1959

Com.: D. Balsells. MNAC. Parque de Monjuïc, s/n. Barcelona. Hasta el 3 de septiembre

Miradas paralelas. La fotografía realista en Italia y España es una dilatada exposición que recorre la producción fotográfica de los dos países desde la posguerra hasta los años cincuenta. En total se reúnen 240 fotografías de 46 fotógrafos entre los que destacan Català-Roca, Joan Colom, Oriol Maspons, Carlos Pérez Siquier, Nicolás Muller, Enzo Sellerio, Mario Giacomelli o Franco Pinna. La exposición se organiza temáticamente: el trabajo, la inmigración, los niños, la escuela… Si no se conocieran previamente las fotografías y los creadores, sería difícil identificar la nacionalidad de unos y de otros. Y es que, a pesar de la diferencia de contexto político entre España e Italia, a partir de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolla en ambos países una misma manera de entender la fotografía comprometida con el entorno.

El denominado (neo)realismo fotográfico de la posguerra nace a la luz del documentalismo americano, de la idea de que el fotógrafo ya no reproduce el mundo, sino que se implica con él, pero también del cine neorrealista italiano, de la literatura… Existe además un contexto socioeconómico común de dificultades y penuria. Italia, después del fascismo y de la derrota en la guerra, se enfrentaba a una rápida industrialización que dejaba grandes desequilibrios sociales y territoriales. España, bajo la dictadura de Franco, salía también de un conflicto bélico e iniciaba un proceso de modernización en unas circunstancias de gran precariedad. En este contexto surge una nueva sensiblidad, el neorrealismo, que en Italia se convierte en un movimiento de concienciación o protesta, que pretende reflejar estos cambios y estos desequilibrios. Estas manifestaciones se proyectaron en el cine y la literatura, pero también en la fotografía.

¿En qué consiste este realismo o neorrealismo? Cesare Zavatini, escritor y teórico, respondió a la pregunta con una célebre cita: "El neorrealismo no es nada, tan sólo una idea, un punto de vista, una actitud moral". Y sin embargo, me resulta difícil aproximarme a esa idea de actitud moral, de denuncia… Porque la mayoría de esas imágenes calificadas de "realistas" las veo hoy como la pura expresión del surrealismo. Cierto es que se presentan documentos de gran humanidad, que reclaman una dignidad robada, que denuncian injusticias, que descubren una "realidad" silenciada… Sin embargo, en su mayor parte, se trata de un mundo pintoresco, extravagante, fantástico, en definitiva, surrealizado. Las fotografías del barrio chino no son una denuncia, sino desgraciadamente un espectáculo, un motivo lírico o una especulación formal… Se acercan más al mundo grotesco de Fellini (director salido del neorrealismo) que a la supuesta objetividad de la denuncia.

Tal vez sea el tiempo que pasa que ha transformado en extrañas o pintorescas esas fotografías y nos ha distanciado de su mensaje original. No obstante, la realidad está ahí, a pesar del realismo. No tanto en lo que el fotógrafo se propone captar, sino en aquello de lo que no se percata, de lo que no es consciente. Lo que escapa a la definición, aquello que la vida tiene de irreductible.