Image: Susy Gómez

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Exposiciones

Susy Gómez

“Mis obras son una declaración de principios”

15 marzo, 2007 01:00

Susy Gómez, por Gusi Bejer

En su cuarta individual madrileña, en la galería Soledad Lorenzo, vuelve Susy Gómez (Pollença, Mallorca, 1964) a jugar con la escala. Unas gafas de sol excesivas o un bolso hermès gigantesco sorprenden al espectador en la visita por sus últimas obras: pinturas de corte abstracto y fotografías de mujeres anónimas siempre intervenidas, en la línea de trabajos anteriores. Hasta el 4 de abril.

Pregunta: Tiene un lenguaje singular y reconocible: ¿simple o personal?
Respuesta: Simplemente, el mío personal.
P: ¿Le ha ayudado a mantener su ansiada independencia artística?
R: Mis obras hablan de mí, son una declaración de principios, afirmaciones vitales que acaban incardinándose en la estructura artística. Nací independiente.
P: Ha titulado sus nuevas pinturas De ahí vengo... ¿De dónde viene Susy Gómez?
R: Pues como todos, de unos padres, de unos abuelos, de unos bisabuelos, de unos tatarabuelos, la particularidad de cada uno es su historia única… Estas pinturas son una forma de honrar el lugar que ocupamos y tomar el destino tal y como fue.
P: El universo femenino forma su imaginario habitual desde hace años: ¿qué le lleva a convertir un bolso en escultura de 3 x 4 metros?
R: Forman parte del imaginario de todos. Cada uno de estos objetos tiene una importancia que a ojos de los demás pasa inadvertida, yo los veo como contenedores del alma. Son lo que guardan, lo esencial está dentro. Lo que mide 3 x 4 es lo que hay dentro.
P: Hermès nunca hubiera soñado con vender su modelo "Kelly" por 50.000 euros, ¿quién puede llevárselo puesto?
R: Se trata de quién quiere estar en sintonía, entrar en él, y eso es gratuito, de 10 a 14 h. y de 17 a 20 h. El coleccionismo, público y privado, tiene la última palabra para llevárselo puesto.
P: Las inmensas gafas de sol casi exceden el espacio de la galería: ¿qué quiere ver a través de ellas?
R: Invitan a entrar en una óptica diferente. Se sitúan en un paisaje mental, te obligan a ese ejercicio, si no sólo verán su reflejo narcisista.
P: Se ha dicho de sus esculturas que convierten lo efímero en permanente y lo ligero en pesado, así, ¿cómo por arte de magia?
R: Depende. Cada una de ellas responde a distintas intencionalidades pero a una misma necesidad, la de establecer puentes hacia los demás. Más allá del pensamiento racional, exigen una implicación, hay que estar y ésa es la magia.
P: En sus pinturas encontramos hoy guiños al expresionismo abstracto, más color y más mancha: ¿qué ha cambiado?
R: He dormido la pintura durante un tiempo y ha salido de un sueño reparador. La pintura es totalmente confesional y directa, no permite ni intermediarios ni bocetos preparatorios. Es un umbral, se cruza o no se cruza, o como el dolor, o como el amor.
P: En sus fotografías, las modelos siguen siendo la figura principal, sobre ellas cae la pintura, la intervención, siempre tapando algo. ¿Qué pretende esconder?
R: Evidentemente un secreto.
P: Son modelos, mujeres arquetípicas, después intervenidas, ¿cómo elige a sus modelos?
R: Es nuestra sociedad quien utiliza la imagen de estas mujeres. Yo tengo algo que decir al respecto y eso es lo que me ocupa. Actúo por comunión con la imagen, sucede.
P: Y siempre mujeres anónimas, ¿no ha pensado en intervenir a una mujer pública?
R: Las mujeres públicas nos ofrecen su personalidad y eso es intocable para mí. Intervengo sobre la imagen que nuestra sociedad proyecta sobre la mujer.
P: La teatralidad o puesta en escena es esencial en su trabajo: ¿cómo lo logra en un espacio no demasiado grande como la galería?
R: No utilizo la instalación como género artístico sino como un dispositivo organizador. Deposito las obras en un espacio respetando al máximo su singularidad dentro del corpus de la totalidad de la obra. Los espacios expositivos siempre tiene una dimensión humana, son interiores.
P: Hace años explicaba que la constante de su obra no eran los elementos, sino la mirada. Con el tiempo ¿ésta se ha vuelto más escéptica, más desencantada, más comercial o conserva su inocencia?
R: Mi mirada soy yo, me resisto a dejarme descomponer así. Está hecha de otra materia.
P: ¿Sabe la crítica "ver" como usted, o al menos "lo" que usted?
R: Los críticos hablan de sí mismos hablando de mí. Entonces la obra cumple su función, ya no me pertenece.
P: Han pasado 7 años desde su retrospectiva en el IVAM: ¿echa de menos exponer a lo grande?
r: Aunque hecha de residuos emocionales, Algunas cosas que llamaba mías, se instalaba en el presente, no fue una retrospectiva. A lo grande sí lo fue porque estaba en el noveno mes de embarazo de mi hija.
P: En aquella ocasión el comisario fue su amigo Enrique Juncosa pero, ¿cómo lleva el que otro seleccione su obra?
R: Con respeto y admiración. Me parece muy generoso que alguien se sumerja en el viaje interior de otra persona .
P: Acabamos de conmemorar el día de la mujer trabajadora: ¿cómo lo celebra?
R:Como cada día, siendo radical.