Image: Pablo Valbuena, magia espacial

Image: Pablo Valbuena, magia espacial

Exposiciones

Pablo Valbuena, magia espacial

Quadratura

16 abril, 2010 02:00

Vista de la instalación

Matadero Madrid. Paseo de la Chopera, 12. Madrid. Hasta el 9 de mayo.


Abierto x Obras, en Matadero Madrid, se consolida como uno de los espacios señeros de la ciudad con una dinámica programación que en últimas fechas ha ofrecido a su público gratas sorpresas. Como el vecino Palacio de Cristal del Retiro, es un espacio exigente en el que el artista tiene las de perder, un lugar en el que es fácil encallar. A falta de mayor actividad en sus fabulosas naves, Matadero ha conseguido hacer de este espacio su marca y debe ser su ambición convertirlo en un reto para todo artista. Intervenciones como esta Quadratura de Pablo Valbuena (Madrid, 1978), que se detiene ante sus propiedades físicas, contribuyen a apuntalar su imagen y su creciente popularidad.

Formado como arquitecto en la ETSA de Madrid, Valbuena tiene una trayectoria de proyectos que apenas supera el lustro pero que está ya trufada de importantes reconocimientos, sobre todo en el campo de las nuevas tecnologías. En uno de sus mejores escaparates, el festival de Ars Electrónica de Linz, participó con gran éxito en 2007. En el ámbito del new media fueron muy aplaudidas sus intervenciones en lugares públicos, como la fachada del parlamento de La Haya o el patio del Medialab en el madrileño Barrio de las Letras. En su deslumbrante intervención en Matadero, cimentada en una soberbia resolución técnica, Valbuena delinea los accidentes físicos del espacio tras una primera fase de minuciosas mediciones. Envuelto en la más absoluta oscuridad, el espectador asiste a una suerte de revelación mientras comienza a hacerse visible la arquitectura a través de haces de luz que recorren los vértices rectilíneos de los pilares y la suave ondulación de arcos y capiteles. Partiendo de una proyección virtual, Valbuena subraya la robusta presencia de lo que de verdad es tangible. Pero este solo es el primer acto del proyecto. En el segundo, Valbuena deja de lado la constatación de la arquitectura real para aventurarse en la especulación ficticia. Siguiendo la tradición del trampantojo, manipula el espacio prolongando la longitud de la nave hacia un punto de fuga que nunca abandona su naturaleza hipotética. La esencia del trabajo de Valbuena reside en cómo el artificio afecta nuestra percepción de lo real a partir de una temporalidad que somete el espacio a sus propias leyes. En sus intervenciones asistimos a la creación de espacios imposibles siguiendo dos consignas tan claras como contradictorias: "Lo que ves es lo que ves", pero nada es lo que parece.

Pablo Valbuena expondrá pronto en una galería comercial de Madrid. Esperemos que el mercado del arte, tan alejado de los ritmos de las nuevas tecnologías, no eche por tierra la magia y la riqueza de un trabajo sorprendente y magnético.