Image: Juan Navarro Baldeweg

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Exposiciones

Juan Navarro Baldeweg

“La arquitectura debe volver a la austeridad y a lo sensual”

13 julio, 2010 02:00

Juan Navarro Baldeweg. Foto: Kike Para

El arquitecto inaugura el Museo de la Evolución Humana en Burgos

Con la naturaleza como argumento inaugura hoy el arquitecto Juan Navarro Baldeweg (Santander, 1939) su penúltima obra: el Museo de la Evolución Humana (MEH). Un espacio que, junto con el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución y el Auditorio-Palacio de Congresos, que abrirá previsiblemente en 2011, conforman el nuevo perfil arquitectónico de la ciudad de Burgos. Autor también de la recreación de las Cuevas de Altamira en Cantabria, Navarro Baldeweg nos presenta, 10 años después de ganar el concurso para el complejo burgalés, este museo: 12.000 metros cuadrados dedicados al ser humano.

PREGUNTA.- ¿Cómo se piensa un edificio que ha de ser, en cierto modo, la nueva casa de tesoros como Miguelón (el cráneo más completo de toda la evolución) o Excálibur?
RESPUESTA.- El MEH está proyectado teniendo presentes las relaciones entre arquitectura y naturaleza. Siendo su destino el mostrar la evolución y estando tan cerca de Atapuerca, el museo pone énfasis en esa relación con la naturaleza y el contenido que se expone. Por eso es importante el plano inclinado, que es un fragmento de naturaleza y que tiene un protagonismo muy grande: primero porque crea un nudo entre el sistema de jardines y el parque que va a lo largo del río y, segundo, porque es el elemento conector con el yacimiento de Atapuerca, que vive de la proximidad del río. Incluso en el interior, el visitante vuelve a encontrarse con la naturaleza, recibe la luz y tiene vegetación. Es como entrar en un paisaje. Esa idea es fundamental en el proyecto.

P.- ¿Cómo ha logrado que la construcción se adapte a la historia de nuestra especie?
R.- El argumento del proyecto está muy vinculado al contenido de lo que se expone y el hecho de que estén juntos un centro de investigación de la evolución humana y un museo ha dado lugar a estas paredes transparentes. La transparencia de los edificios se relaciona con la conveniencia de establecer una piel que vinculase los dos centros entre sí y, por otra parte, existe un juego entre lo opaco y lo transparente.

P.- Efectivamente, el MEH es un cubo de cristal.
R.- El espacio central tiene 60 metros de luz y eso da pie a una estructura llamada "el cesto" que tiene mucha fuerza. Las paredes son casi cortinas de distinta transparencia. Burgos necesita luz. Queríamos que los edificios brillaran lo más posible.

P.- No podemos dejar de hablar de sostenibilidad, tan de moda en la arquitectura de hoy: ¿qué tiene de esto el nuevo Museo?
R.- La energía solar es la energía por excelencia y eso se puede experimentar en el museo. Hay tres factores que se han pensado en función de la sostenibilidad: la centralización de la producción de frío y calor de los edificios, lo que supone un ahorro de energía gracias a un sistema de cogeneración que aprovecha las energías residuales y produce energía barata; la creación de un cerramiento de fachada ventilada y un sistema de lamas en la cubierta que permiten proteger del sol en verano y hacer lo contrario en invierno.

P.- Algunas salas se han tenido que adaptar al recorrido de un modo quizá teatral... ¿Cómo ha resuelto las recreaciones y cómo se ha coordinado con el equipo científico?
R.- Ha sido una coordinación fácil. En el subsuelo ocurren también cosas y eso es Atapuerca. Hay una interacción muy estrecha entre la forma del museo y el contenido. Hay un paso armonioso entre un aspecto y otro.

P.- Ha pasado el momento de la arquitectura icónica... ¿a qué ha dejado sitio?
R.- La palabra icono es muy ambigua. Llamamos icónico a algo que tiene valor por sí mismo. En realidad hablamos de arquitectura exuberante o formal que hemos vivido en los últimos años La arquitectura tiene que tener un sentido más funcional, ser una arquitectura austera que sirve a la gente y la enriquece sensualmente como experiencia. Esto amplía el sentimiento de función que creo que va a tener mucho interés en los próximos años. Hay que volver a lo sensual, a los sentidos, siempre dentro de un marco más austero.

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