The Otolith Group, ficciones de lo real
The Otolith Group. La forma del pensamiento
1 abril, 2011 02:00Vista de la exposición en el MACBA
Primera exposición en España del colectivo británico nominado al último Turne Prize.
Y, sin embargo, la misma exposición ofrece las claves para interpretarla: significativamente la última instalación del recorrido, Inner Time of Television, es un homenaje al realizador francés Chris Marker, el "inventor del ensayo fílmico". Se trata de un reconocimiento a quien ha inspirado la trayectoria del grupo. Efectivamente, el director de la mítica La Jetée (1962) es, sobre todo, un cineasta experimental que relaciona -y además de una manera misteriosa y sugerente- el documento con la ficción y la reflexión filosófica, elementos que, a priori, se diría irreconciliables. Éste es también el punto de partida de The Otolith Group, que crea relatos interrelacionando material de archivo, la ciencia ficción y elementos subjetivos y autobiográficos. Hay otros muchos aspectos que vinculan a Chris Marker y The Otolith Group, desde su implicación política hasta la manera de narrar. Pero se diría que lo más relevante en ambos es su reflexión en torno a cómo se construye la memoria o el discurso histórico. De ahí deriva una posición crítica sobre el uso del documento y la imagen en la fabricación de los relatos. Y de ahí también que, además de subvertir los modos narrativos convencionales, articulen propuestas que integren elementos ajenos al discurso de la historia.
Una de las primeras piezas de la exposición, Comunist like us (2006), expresa didácticamente su método de trabajo. Una doble proyección muestra en paralelo el verso y el reverso de una serie de fotografías del viaje que una familiar de los autores -la abuela de Anjalika Sagar- realizó a la China de Mao Zedong. Esta secuencia de fotografías introduce, sin embargo, un elemento completamente descontextualizado: la voz en off -o subtítulos- de una película de Jean-Luc Godard, La Chinoise (1967). Extraña mezcla entre el documento y la ficción. Pero la obra no acaba ahí, ya que, posteriormente, y de una manera inesperada, el transeúnte volverá a encontrar la serie de las fotografías del viaje de la abuela, pero esta vez colgadas en la pared, como si se quisiera mostrar el documento virgen que ha servido para realizar la instalación. Efecto de espejos y reflejos, entre el documento y su utilización en la construcción de un relato que abre más preguntas y que clausura el discurso.