Roman Schramm: Portemonaie (auf blau), 2008

Una frase, escrita en un gran papel blanco y colgada en medio de la exposición, advierte de lo que vamos a encontrar en Cerrado, no oscuro: "Voy a contar ahora una aventura aún más extraña...". La obra es de Gastón Pérsico (1972) y cita, textualmente, la primera línea de Cosmos, de Witold Gombrowicz. El mismo aire de "novela policíaca" que caracteriza a este escritor se instala, de un plumazo, en la galería Blanca Soto.

Por extraños que sean, todos los objetos, fotografías y textos aquí reunidos de Gastón Pérsico, Cecilia Szalkowicz (1972) y Roman Schramm (1979) tienen una lógica interna desconcertante. Un artista, por asociación, remite a otro artista. Gastón Pérsico parte del retrato literario con citas y postales de Río de Janeiro para construir otro escenario posible al habitual de la ciudad. Esa imagen paralela de otra realidad posible la recoge también la argentina Szalkowicz en sus inquietantes fotografías en blanco y negro, cuya presentación impone un efecto atemporal que recuerda tanto a los gabinetes de aficionados como a las exposiciones de salones de fotografía. La misma mirada hacia el objeto tienen las fotografías del alemán Schramm, retratos que dialogan con la publicidad entendida como un ejercicio de repetición y lectura. Porque lo que persigue esta exposición comisariada por Maniano Mayer para el proyecto Jugada a 3 bandas es, precisamente, aproximarse lo máximo posible a la idea de retrato: algo siempre imperfecto, fragmentado e incapaz de dar a conocer algo del todo. Puertas abiertas para imaginar todo lo que puede ser aquello que vemos.