Un McGuffin, por favor
Raúl Díaz Reyes/ Cine Bogart/ Diego Delas
25 julio, 2014 02:00Raúl Díaz Reyes. Renovations
Galería Ponce + Robles. Alameda, 5. Madrid. Hasta finales de julio. De 1.200 a 4.500 euros.
Vista de la expo en la galería
Un McGuffin se cuela en la exposición de Raúl Díaz Reyes (Madrid, 1977) en Ponce + Robles. Tiene formato texto, con varias palabras de colores, y dicen en la galería que funciona lo mismo como obra que como nota de prensa. Críptico es. The renovation, dice en rosa. Poco antes llega el truco, la distracción: Mcguffin en la acera diciendo ‘nunca estuve aquí'. Un rodeo lingüístico, como algunas esculturas enroscadas que cuelgan de la pared. Cuesta no acordarse del que Vila-Matas halló en Kassel no invita a la lógica, el gran McGuffin del arte reciente. Curiosamente, también este artista investiga sobre los límites del lenguaje y el valor estético de todo lo que no rodea. Habla de procesos de cambio, como el título de la exposición, y de su gran hallazgo el año pasado en Nueva York, durante su residencia en el Lower Manhattan Cultural Council: el aluminio y el estaño, materiales tan maleables como su idea de dibujo, que lleva ahora a sus tres dimensiones. En ello sigue trabajando en São Paulo, gracias a la beca Pivó-El Ranchito/Matadero que acaba de ganar. El cómic underground, la ciencia ficción, la ufología, el simbolismo o el arte outsider siguen estando en la base de sus obras, cada vez más sofisticadas. Un sistema alterado de relaciones perceptivas que, aunque tampoco inviten a la lógica, nos brinda una sensación de perplejidad.
Cine Bogart. Imaginar un edificio
CentrCentro. Plaza Cibeles, 1. Madrid. Hasta el 12 de octubre.
Leonor Serrano: Una larga espera, 2014
Le decía Hitchcock a Truffaut que el McGuffin era la excusa para construir una historia, importante para los personajes pero no para el espectador, a quien lo que de verdad debía importarle eran las peripecias a las que esa excusa obligaba a los personajes. En esa clave puede leerse el proyecto Cine Bogart. Imaginar un edificio, que vemos en CentroCentro. Cerrado desde el 2001, y tras registrar su visita a este mítico espacio en Madrid en otoño de 2013, seis artistas plasman ahora el resultado de sus peripecias. Son invenciones enlazadas, intuitivas unas veces, documentales otras, que reconstruyen la historia del edificio para proyectarla al exterior. Ideadas para la exposición, las obras ofrecen un estudio de su valor arquitectónico y cultural, evocando sensaciones que invitan a pensar en el lugar de la memoria. Entre lo mejor, está el vídeo de Luis Úrculo (Madrid, 1978) y la larga espera de Leonor Serrano Rivas (Málaga, 1986).
Diego Delas. Hacer y recordar
Galería Alegría. Dr. Fourquet, 35. Madrid. Hasta el 31 de julio.
Las obras de Diego Delas
Cercana está esta joven artista, una de las españolas que actualmente están en Goldsmith University de Londres, a Diego Delas (Aranda de Duero, 1983), la apuesta de Galería Alegría para cerrar la temporada. Contar palabras se llamó la intervención conjunta de ambos artistas en el Centro Cívico Can Felipa, en Barcelona. Otro intento de hablar de otro para hablar de uno mismo. ¿Un McGuffin más? Su obra es una sucesión de notas y guías, un mapeo emocional tomado a pie de calle londinense, desde el Royal College, donde actualmente estudia. Un trabajo que dice que hace para no olvidar, y es justo eso lo que consigue en el espectador, que no le olvides. Su proyecto surge de la 1ª Convocatoria para artistas noveles que ha lanzado este espacio, otro acierto más entre los muchos que pone en marcha, desde exposiciones a la autoedición. Sus esculturas e instalaciones son emotivas en esa idea de tiempo suspendido. Un intento desesperado de reflotar porciones de historias ocultas a través de objetos cotidianos, con los que este joven artista habla de ese abismo que es conocerse a uno mismo.