Luis Úrculo y el acto
Learning from karaoke
6 mayo, 2016 02:00Detalle de Atlas, 2016
Suena a advertencia pero en realidad es un consejo: "Antes de lanzar su esfera al vacío pronuncie en voz baja: leer es un acto". Lo encontramos en la exposición de Luis Úrculo (Madrid, 1978) en la madrileña galería Max Estrella. Parafraseando a Perec, presenta su primera individual tras una más que fructífera etapa en Japón, México, Chicago y Nueva York, que parece recoger ahora a modo de "grandes éxitos". Learning from karaoke, dice simpáticamente el título.Obedientes, eso hacemos, leer el anverso y reverso de sus vídeos, dibujos, objetos, piezas sonoras, cartelas, texto de sala... Subrayamos algunas palabras clave: "mapa, amalgama, escamoteo, doméstico, compás, sustancia, habitación, camuflaje, borraduras..." Dice el comisario, Víctor Palacios, que lo suyo es lo que en botánica se conoce como concrescencia: el crecimiento simultáneo de varios órganos vegetales a la vez. Una buena metáfora de los intereses de este artista que van de la arquitectura -su formación inicial- a la performance. "Procesos infinitos" lo llamó él en 2014 coincidiendo su paso por El Ranchito de Matadero Madrid.
No se inquieten si no entienden del todo lo que ven, porque Luis Úrculo habla precisamente de eso: de lo que se hace y se deshace constantemente, de lo impredecible y lo imperfecto, de lo inteligible del acto creativo. Le encantan las elipsis temporales y los agujeros negros en la narrativa. Tal vez de ahí venga su fascinación por Perec y Las Cosas. A las suyas rinde homenaje en su trabajo más reciente, un vídeo con varias ventanas que proyecta sobre una de la paredes, mientras otro guiño al escritor se cuela en Atlas (2016). Especies de espacios que funcionan como capítulos de un relato caótico como las líneas de sus Pizarrones (2016), donde lo ornamental y el material son los protagonistas.
En la exposición vemos algún hit, alguna cara B y alguna versión. También nuevos escenarios del artista y varias expectativa. Estaremos atentos.
@bea_espejo